Un águila penachuda, en peligro de extinción, fue encontrada sin vida en una zona boscosa de El Remate, en Petén.
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El animal estaba colgada de un árbol. El hecho lo hicieron las personas del lugar, quienes estaban molestas porque el ave se estaba alimentando de aves de corral como las gallinas.
La denuncia fue publicada por Francisco Asturias, del Parque Mirador Río Azul, quien calificó de “ridícula la justificación” para matar al águila, pues son los humanos quienes han invadido el espacio de la fauna petenera.
El águila penachuda pertenece a la familia Accipitridae. Su nombre científico es Morphus quianensis. Es un ave de tamaño considerable que alcanza hasta 81 centimetros de envergadura. Tiene alas anchas y redondeadas, cola larga y una cresta puntiaguada que sobresale en su cabeza.
Su hábitat preferido es el bosque húmedo de tierras bajas. Se alimenta de serpientes, ranas, martillas y ocasionalmente de aves.
Reacciones ante la muerte del águila
Tras la publicación de Asturias, varias personas reaccionaron y repudiaron el atentado contra la fauna de Petén.
- Julia Flores. Esto me recuerda cuando mataron a un oso hormiguero en San Miguel porque dijeron que se comía sus pollos.
- Olivia Brisneth. La culpa la tienen las autoridades porque no destinan fondos para divulgar y educar a la población, es parte de su trabajo.
- Corina Paschen. Es que la ignorancia es tremenda. Los humanos somos una peste mundial.
- Fausto Castillo. Que tristeza que no sepamos valorar la belleza de tan magnificas aves.
- Oscar Pinto. ¡Qué mal! Pienso que sino quieren que les coman sus pollos, que les hagan un corral circulado por completo.
- Carlos Alfredo Juárez. Los profesores, párrocos, policías, líderes comunitarios tienen la obligación moral de influir en la protección y conservación de la flora y fauna.
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