Con afluencia reducida en Times Square, en Nueva York; playas casi vacías en Rio de Janeiro, y los Campos Elíseos prácticamente desiertos en Paris, el mundo recibió discretamente el Año Nuevo bajo la influencia de la pandemia de Covid-19.
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Tras meses de restricciones, las nuevas oleadas de la pandemia obligaron a millones en todo el planeta a celebrar la llegada del 2021 desde casa, tendencia que se repitió durante prácticamente todo el 2020 debido la característica contagiosa del virus.
Nueva York
En Nueva York, el barrio de Manhattan fue bloqueado y se le pidió a la gente seguir por televisión los espectáculos musicales llevados a cabo en Times Square, que en un contexto sin pandemia cada 31 de diciembre se encuentra rebosado de gente eufórica que disfruta la “caída de la bola” bajo una lluvia de papel picado.
Este año, sin embargo, la multitud fue reemplazada por trabajadores de la primera línea contra la pandemia, que fueron los invitados especiales, aunque igualmente separados por vallados para asegurar el distanciamiento social.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blassio, dijo que el 2020 fue “sin duda, el año más duro de la historia de Nueva York”. “En enero vacunaremos a un millón de neoyorquinos”, prometió.
Estados Unidos es el país del mundo con mayor cantidad de muertos por coronavirus.

Rio de Janeiro
Brasil, el segundo país con más decesos por la pandemia, recibió el nuevo año con su emblemática playa de Copacabana, en Rio de Janeiro, casi desierta, en vez de los millones de personas que normalmente acoge cada 31 de diciembre.
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En la medianoche se dispararon algunos fuegos artificiales, pero la policía impidió el acceso a las playas.

Europa, desierta
En París, Francia, los Campos Elíseos estaban vacíos. Bajo los árboles adornados con luces rojas, una veintena de policías paraban a los escasos vehículos que circulaban por esta famosa calle, para verificar los certificados de desplazamiento y multar a los infractores. Francia vivió la Nochevieja bajo toque de queda, vigilada excepcionalmente por 100 mil policías y gendarmes.

En Madrid, España, las personas siguieron desde casa las tradicionales campanadas del famoso reloj de la Puerta del Sol, ya que la famosa plaza de la capital estaba completamente vacía.
En la golpeada Londres tampoco hubo celebraciones, y el gobierno británico pidió a la gente que se quedara en casa para evitar propagar el virus, con el eslogan “Hagan como si lo tuvieran“.

En Roma, Italia, miles asistieron desde sus casas a las fiestas organizadas en Circo Máximo, el estadio más antiguo de la ciudad. La alcaldía romana, no obstante, prohibió los fuegos artificiales.
Oceanía, con multitudes
Los países oceánicos, que atajaron con eficiencia la primera ola del virus, celebraron la llegada del nuevo año prácticamente con normalidad.
En Nueva Zelanda, país aplaudido por su gestión del virus, dio la bienvenida al 2021 con multitudes reunidas en Auckland para un espectáculo de fuegos artificiales.
En Sídney, la mayor ciudad de Australia, los fuegos artificiales de Nochevieja iluminaron el puerto con una exhibición deslumbrante, aunque con pocos espectadores.

Wuhan, con aglomeraciones
En Wuhan, la ciudad china donde surgió la pandemia, miles de personas festejaron en las calles la llegada de 2021.
La mayoría de las personas llevaban mascarilla, aunque el distanciamiento social fue prácticamente inexistente. mientras presencian un espectáculo de luces y fuegos artificiales.
*Con información de AFP