La energía y creatividad que muestran los guatemaltecos hace que el país sobresalga en emprendimiento para colocar un negocio. El Centro de Emprendimiento Kirzner y la Universidad Francisco Marroquín presentaron el estudio “Monitor Global de Emprendimiento”, donde las personas de 25 a 44 años sobresalen para iniciar una empresa.
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El informe mostró que el 33.4 por ciento de jóvenes entre 25 a 34 años son emprendedores. Mientras que el 24.9 por ciento de las edades entre 35 a 44 están en haber emprendido algún negocio.
La decisión de emprender en los jóvenes entre 18 a 24 años no es considerada la primera opción sino que priorizan tener un empleo formal o deciden migrar a Estados Unidos.
Por aparte, las personas de 45 años a 54 tampoco ver como opción el emprendimiento y el porcentaje menor es en las personas de 55 años en adelante.
En cuanto a la preparación académica que muestran los emprendedores, el 49 por ciento cuenta con estudios universitarios completos y diversificado completo.
Otro de los datos de emprendimiento, es que las personas que deciden iniciar su negocio se dedican a productos de consumo, seguido de transformación y servicios.
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También el estudio reflejó que la mayor parte de emprendimientos requiere un capital entre Q1 mil a Q5 mil, cuyo primera opción de financiamiento la buscan en familiares, luego acuden a entidades bancarias y amigos.
Inseguridad y sin atracción para formalizarse
Asimismo, el informe reflejó que el 44 por ciento considera poco beneficio para formalizarse ante la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y el cumplimiento es costoso.
La inseguridad es otro factor que afecta a los emprendedores ya que el 67 por ciento respondió haber sido víctima de algún delito, que principalmente son las extorsiones y las estafas.
Lo cual hace que los emprendedores destinen Q8 mil 819 en promedio para evitar ser víctimas de la delincuencia.
Debido a la crisis sanitaria del coronavirus, el 72.8 por ciento respondió que se redujeron sus ingresos, entre las razones está la baja en ventas y las restricciones gubernamentales. Alrededor de 36 por ciento dejó de recibir remesas familiares.
Aunque el 42 por ciento decidió emprender en medio de la pandemia respondió que es más difícil iniciar una empresa.
