En pocas semanas la carrera por el desarrollo de la vacuna para la Covid-19 se ha convertido en un campo de batalla cuyas consecuencias podrían ser graves si no actuamos con moderación, explican los especialistas.
Las presiones políticas, la prisa de las compañías farmacéuticas y el avance de la pandemia de Covid-19 en el mundo han sido algunas de las razones por las que los ojos del mundo están puestos en el desarrollo de una vacuna.
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“Hay alrededor de 180 candidatos para la vacuna en desarrollo en todo el mundo”, explica a Publinews Internacional Michael Head, investigador principal en salud mundial en la Universidad de Southampton, en Reino Unido. “Los más avanzados han llegado a la ‘fase 3’ de los ensayos clínicos. Estos ensayos suelen reclutar a muchos miles de voluntarios para probar la seguridad y la eficacia de la vacuna. Si los ensayos de la fase 3 tienen éxito, los reguladores considerarán la aprobación formal de la vacuna y esta podrá extenderse a la población en general. Tengo la esperanza de que una de las vacunas candidatas esté disponible en algún momento en 2021”, dice.
Detrás de muchos de estos proyectos hay situaciones que están “contaminando” o “ensuciando” el proceso de desarrollo de la vacuna, lo que tendría graves consecuencias en su funcionamiento. Y Head explica: “Las presiones políticas pueden ser inútiles. Tanto en Estados Unidos como en Rusia se ha sugerido que se podría aprobar una vacuna sin que se haya realizado la investigación adecuada y ha sido bueno ver que tanto el sector público como las empresas farmacéuticas han sugerido que no permitirán que esto suceda. Vemos con la pausa del estudio de AstraZeneca/Oxford por qué las diferentes fases de la investigación son tan importantes”.
Según Head, la pausa en el estudio AstraZeneca/Oxford muestra exactamente por qué se realizan ensayos de fase 3 a gran escala.
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“Con cualquier ensayo clínico, a menudo hay ‘eventos adversos’ en el grupo de la vacuna y en el grupo del placebo. En el momento de escribir este artículo, no sabemos si este evento adverso está relacionado con la vacuna. Sin embargo, esta pausa muestra que el estudio se está llevando a cabo correctamente y la seguridad se está tomando en serio”, enfatiza.
Expertos
¿Qué pasa ahora con el proyecto AstraZeneca/Oxford?
- “Este es un procedimiento de rutina que tiene que ocurrir cuando hay una enfermedad potencialmente inexplicable durante los ensayos. Deberíamos conocer el resultado de la investigación en cuestión de semanas”. Duncan Matthews, de la Queen Mary University of London
- “Esto podría ser una falsa alarma –no sabemos si la enfermedad estaba en una persona que recibía la vacuna o el placebo–. También podría no estar relacionado con el ensayo, incluso si es en alguien que recibe la vacuna. En este momento no lo sabemos. Pero es tranquilizador que el proceso sea muy riguroso y que haya voluntad de detener el ensayo en el caso de que se sospeche de un problema. En todo caso, esto debería aumentar la confianza en el proceso. La continua transparencia solidificará esa confianza”. Ayfer Ali, profesor del Grupo de Estrategia e Internacional de la Escuela de Negocios de Warwick
- “Una baja aceptación de la vacuna para la Covid-19 significa que la pandemia continúa, con requerimientos de encierro y cuarentena. Por eso la confianza del público es enormemente importante y por eso la investigación para desarrollar una vacuna tiene que realizarse de forma adecuada y transparente sobre la seguridad y la eficacia. Los activistas antivacunación ya han decidido cuáles efectos secundarios tendrá una futura vacuna contra el coronavirus y harán campaña contra ella. Las autoridades de salud pública y el público en general deben ser conscientes de ello y estar preparados para ello”. Michael Head, investigador superior en Salud Mundial de la Universidad de Southampton (Reino Unido).