La lucha por erradicar la desigualdad es un reto que todos los sectores deben practicar diariamente, como lo menciona el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) que identificó que todavía se practican costumbres nocivas para las mujeres.
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Entre las prácticas que se resaltan en el informe “Estado de la población Mundial 2020” están la mutilación genital femenina, el matrimonio infantil y el incesto.
En el caso del matrimonio infantil, que de acuerdo con el UNFPA puede aumentar debido a la pandemia de Covid-19 que afecta a varios países, generaría pobreza y el rechazo de mujeres en la familia, lo cual es una crisis silenciosa y endémica.
Aunque en el país ya se modificó el Código Civil para prohibir los matrimonios en personas menores de 18 años, todavía continúan dándose las uniones.
Más que leyes
Neus Bernabeu, asesora regional de género y juventud del UNFPA, reconoció el trabajo que se ha hecho en el país para erradicar el matrimonio infantil, pero hace falta cumplir las leyes, ya que hay cierta tolerancia social, principalmente en el área rural.
La especialista resaltó que es necesario mayor inversión pública y lograr una coordinación estatal para promover la igualdad de género.
“Se requiere que las leyes se conozcan, pues son un elemento importante para el cambio, pero por si solas no van a cambiar”, resaltó Bernabeu.
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En el informe se detalla que una de cada cuatro niñas en Latinoamérica y el Caribe están casadas o tienen una unión informal, mientras que en África Occidental y África Central dos de cada cinco niñas ya están casadas. Sin embargo, no solo en países en desarrollo pasa eso, pues en Irlanda, Suecia, Portugal y Estados Unidos hay niñas que han sufrido mutilación genital femenina.
Bernabeu recordó que en la mayoría de casos no se observará “la típica fotografía de la boda, donde aparece la niña vestida de blanco”, pues se convierten en mercancías y eso se debe a las prácticas culturales que deshumanizan a las mujeres, ya que en algunos casos la diferencia de edades entre las niñas y sus parejas es de hasta 10 años.
“Las recomendaciones son que las sociedades sean más paritarias, con políticas antidiscriminatorias y se otorguen presupuestos públicos adecuados para trabajar en estos temas”, precisó Neus Bernabeu.
Acciones contra las mujeres
Guatemala está entre los países que ha ratificado tratados en favor de los derechos humanos, pero en el informe se remarcan las prácticas que más afectan a las mujeres. Algunas de las acciones más denunciadas son: que les dan menos alimentos a las niñas, tabúes sobre sexo, planchado de los senos, castigos corporales, infanticidio, lapidación y pruebas de virginidad.
El Observatorio en Salud Reproductiva (Osar) contabilizó que en Huehuetenango siete mil 139 niñas y adolescentes, en edades comprendidas entre 10 y 17 años, resultaron embarazadas en 2019, siendo el departamento con mayor número de casos, seguido de Alta Verapaz, con seis mil 323 menores de edad embarazadas, y en tercer lugar estuvo San Marcos, con cinco mil 405 embarazos en menores de 18 años.
Mientras que el Observatorio de las Mujeres del Ministerio Público identificó que a junio del presente año el 13% de los delitos más denunciados es por maltrato contra niñas, niños y adolescentes, por lo que ha identificado a siete mil 310 víctimas. Además, dos de cada 10 víctimas de violencia son niñas, niños o adolescentes, por lo que el 29% de las denuncias que ingresan al ente investigador afectan a las mujeres y niñas.
Aumentar la educación
La principal herramienta que recuerda el UNFPA para combatir la desigualdad es la educación, como se ha observado con el programa “Abriendo Oportunidades”, que se imparte principalmente en áreas indígenas en el país, ya que en el informe se resaltó que el 97% de las participantes no se casó cuando estuvo entre los 13 y 18 años en comparación a la media nacional del 88.7% en 2006.
“Es necesario cambiar de actitud”
El informe de este año se enfoca en promover el respeto, la protección y el cumplimiento, pero para eso se requiere de cambios reales, lo cual se logra con cambios de actitudes y prácticas culturales, las cuales por muchas décadas han deshumanizado a las mujeres y es urgente fomentar el respeto. También se debe protegerlas por medio de la promulgación y observancia de leyes a su favor. Durante la pandemia del Covid-19, los riesgos aumentan, ya que por un impacto económico pueden incrementarse los matrimonios infantiles; a la vez, no tienen acceso a la planificación familiar y eso repercutirá en embarazos no planificados, el confinamiento hace que haya un aumento de violencia de género.
Aunque las soluciones para erradicar las prácticas nocivas pueden variar entre países, en todo caso deberán alinearse con las medidas para lograr el progreso en cuanto a la igualdad de género y los derechos de las mujeres desde el nivel familiar y comunitario, hasta las instituciones y la sociedad como un todo, por lo que es necesario reestructurar las economías y los sistemas jurídicos en los que se apoyan para garantizar la vida de las mujeres, entre ellos las herencias de propiedades para que desaparezca el incentivo que motiva a las familias a dar prioridad a los hijos varones.
Harold Robinson Director regional para América Latina y el Caribe del UNFPA