Hace dos años, el volcán de Fuego registró una fuerte erupción de flujo piroclástico, un compuesto de gases, ceniza y rocas ardientes, que afectó a varias comunidades que se alojaban en las faldas de ese coloso de 3 mil 763 metros de altura.
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Lo que parecía una fase más de actividad volcánica, ese domingo 3 de junio, se complicó con una segunda fase de erupciones que dejó un saldo trágico de cerca de 200 víctimas mortales y 1.7 millones de afectados.
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Al ver el desplazamiento de las gruesas columnas de ceniza, las familias intentaron escapar del lugar, pero solo algunas lo lograron.
Desde ese domingo y por varios días más, cuerpos de socorro, agentes de la Policía Nacional Civil, elementos del Ejércitos y miles de voluntarios, realizaron una labor titánica por rescartar sobrevivientes.
En esa tarea, se reportaron hallazgos que han sido catalogado como milagrosos, entre ellos, una bebé que fue localizada con vida de entre los escombros.
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En cifras
De acuerdo con el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), la cifra de víctimas mortales del volcán de Fuego que han sido identificadas es de 197, de un total de 318 casos ingresados a esa entidad.
Según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), por esta tragedia se contabilizan 197 víctimas mortales. La cifra de desaparecidos es de 231 y la de personas afectadas es de 1 millón 714 mil 387.
Decenas de familias fueron instaladas en Albergues de Transición Unifamiliares, en donde permanecieron mientras se construía el complejo habitacional con el que serán beneficiados.
En actividad
Gustavo Chigna, vulcanólogo del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Metereología e Hidrología (Insivumeh), aseguró este miércoles que desde esa violenta erupción el coloso se ha mantenido en constante actividad y los flujos de lava aún descienden del volcán, sin embargo, no se ha tenido una erupción significativa.
La última erupción de la magnitud de ese 3 de junio se registró en noviembre del 2018, por la que fueron evacuadas más de 4 mil personas.
Chigna aseguró que a raíz de aquella emergencia, la institución amplió la red de monitoreo en los alrededores del coloso.