La Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) de Estados Unidos anunció este jueves, por medio de un comunicado, que llegaron a la conclusión de que el nuevo coronavirus (COVID-19) "no fue creado por el hombre o modificado genéticamente".
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En el texto, los servicios de inteligencia precisaron, no obstante, que los expertos todavía buscan "determinar si la epidemia comenzó por un contacto con animales infectados o si fue el resultado de un accidente de laboratorio en Wuhan", ciudad china donde surgió la pandemia.
"La comunidad de inteligencia en su conjunto brinda constantemente un apoyo crucial a los líderes políticos y a los que luchan contra el virus (que provoca la enfermedad) COVID-19 que se originó en China".
Los servicios de inteligencia se suman así "al amplio consenso de la comunidad científica" respecto a que el nuevo coronavirus "no fue creado por humanos ni modificado genéticamente", agrega el texto.
"No estamos contentos con China"
Esta declaración pública se produce después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, reconociera que no descarta reclamar una "compensación" a China por la epidemia.
Según los medios estadounidenses, Trump pidió a los servicios de inteligencia que determinaran el origen del virus, atribuido a un mercado de Wuhan, antes de que se desataran las sospechas sobre la fuga de seguridad en un laboratorio de esa ciudad.
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"No estamos contentos con China", dijo Trump el lunes.
"No estamos contentos con toda la situación porque creemos que podrían haberla detenido desde su origen".
"Podría haberse detenido con rapidez y no se habría propagado por todo el mundo", dijo ese día en su conferencia de prensa sobre la pandemia.
"Hay muchas maneras en las que puedes hacerlos responsables (a los chinos). Como sabrán, estamos llevando a cabo investigaciones muy serias", afirmó Trump.
Según una reciente encuesta de Pew Research, 29 % de los estadounidenses creen que el virus fue creado en un laboratorio, y de ellos 23 % considera que fue intencional y 6 % accidental.
*Noticia en desarrollo
