Muchos franceses no tendrán trenes este viernes en el inicio de las vacaciones de Navidad tras el fracaso del gobierno en obtener una "tregua" en su pulso con los sindicatos por una controvertida reforma de las pensiones.
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Las esperanzas de obtener una "tregua" por Navidad se vieron truncadas después de que el gobierno y los líderes sindicales no consiguieran obtener un compromiso el jueves, tras dos días de negociaciones.
El viernes a nivel nacional, solo circulaban la mitad de los trenes habituales, una mejora en relación a las últimas dos semanas. Y 59% de los trenes previstos para el 23 y 24 de diciembre fueron cancelados.
"Los trenes no avanzan, las negociaciones tampoco", titulaba el viernes el diario Libération.
Muchos viajeros varados recurrieron a agencias de alquiler de vehículos o a plataformas para compartir autos, pero el aumento de última hora de la demanda hacía muy difícil conseguir un carro para irse de vacaciones.
"Hemos visto el doble de solicitudes en algunas regiones", principalmente en París y en el suroeste de Francia, dijo Robert Ostermann, director de Francia para Europcar.
Otros se resignaron a hacer largos viajes en autobús, a cuyos conductores se les ha autorizado permanecer detrás del volante más tiempo hasta el 24 de diciembre incluido para hacer frente a una "situación de emergencia", según un decreto publicado el miércoles.
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En París, seis líneas del metro permanecían cerradas y ocho funcionaban únicamente en las horas pico, mientras que Twitter está inundado de usuarios furiosos de Uber, obligados a pagar dos o tres veces las tarifas normales frente a una demanda que ha estallado.
"Grave error"
El primer ministro, Edouard Philippe, dijo el jueves que, a pesar de todo, las conversaciones con los sindicatos habían avanzado, y les pidió que levantaran la huelga "para que millones de franceses puedan reunirse con sus familias para las fiestas de finales de año".
Aunque el sindicato moderado UNSA accedió, los sindicatos de línea dura CGT y Fuerza Obrera dijeron que no cederían.
"Es hora de que el gobierno se dé cuenta de que este proyecto es un grave error", dijo el jefe de FO, Yves Veyrier, a la cadena France 2 el viernes.
El detonante de esta huelga es una reforma del sistema de pensiones francés que prevé fusionar los 42 regímenes de pensiones existentes en un sistema único y atrasar dos años la edad de jubilación (de 62 a 64 años) para recibir una pensión completa.
Para el ejecutivo se trata de una reforma "necesaria" para garantizar un equilibrio financiero del sistema de pensiones, pero los sindicatos, muy poderosos en Francia, denuncian una "regresión" social.
Cortes de luz
El presidente Emmanuel Macron, que ha dejado a su primer ministro a cargo de las negociaciones, dio a entender que podría hacer alguna concesión en su proyecto de reforma, pero que en ningún caso retirará su texto.
Según una encuesta publicada el jueves, seis de cada diez franceses se oponen a que el gobierno atrase la edad de jubilación y más de la mitad siguen apoyando la huelga pese a los problemas que ésta conlleva.
Las pensiones son un tema muy delicado en Francia, ya que la población está muy apegada a su sistema de repartición, conocido por ser uno de los más protectores del mundo.
Además de la huelga en los transportes y varios días de protestas masivas, los trabajadores de la empresa eléctrica Enedis realizaron esta semana cortes temporales de luz en miles de hogares y negocios en todo el país.
La movilización social, que este viernes cumple 16 días, está teniendo un fuerte impacto en los negocios, especialmente en el comercio minorista durante uno de los períodos más cargados del año.
Asociaciones de la industria reportan caídas en la facturación de entre el 30% y el 60% en comparación con el año anterior.
* Con información de la agencia de noticias AFP.