Familias de la comunidad Nueva Esperanza, de Ciudad Peronia, Villa Nueva, dicen sentirse abandonadas, ya que hasta esta fecha no reciben respuesta de las autoridades para una solución habitacional.
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Son alrededor de 127 familias las que permanecen en un albergue. Algunas de ellas ha logrado, por sus medios, rentar en otro sitio, pero otras no cuentan con las mismas condiciones.
Jeremías Reyes, uno de los damnificados, señala que, a excepción de dos familias, toda la comunidad de Nueva Esperanza permanece en el albergue instalado en cercanías de sus viviendas.
Sin embargo, las familias de la comunidad Regalito de Dios fueron trasladadas hacia otro albergue que habilitó la Municipalidad a inmediaciones del kilómetro 21.5 desde del pasado 12 de noviembre.
Elda Chávez, afectada también por los derrumbes que dañaron su vivienda, mencionó que la razón por la que ellos no aceptaron ser trasladados hacia otro lugar, es porque cuentan con escrituras de sus propiedades y no hay garantía de llevar sus pertenencias hacia otro sitio, por lo cual permanecen resguardadas.
Mientras que en el caso de las familias de Regalito de Dios, no contaban con propiedad y “eran invasores”, como lo señalan los afectados.
Hasta el momento, se conoce que el Gobierno busca hacer readecuaciones presupuestarias, para atender la demanda a través de un subsidio, pero únicamente está dirigido a quienes ingresaron solicitud, es decir, las familias de Regalito de Dios.
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Mantienen espíritu navideño
A pesar de la difícil situación de no contar con una vivienda digna, los damnificados no han perdido el espíritu navideño y elaboraron un árbol y un nacimiento.
El pequeño pesebre está adornado por flores y una guirnalda alrededor.
El árbol, por su lado, fue adornado con listón dorado y bombas de colores metálicos, y se encuentra colocado sobre una base cubierta por papel de regalo con motivos navideños.