La policía lanzó este jueves gases lacrimógeno contra una multitudinaria marcha de opositores al gobierno interino de Bolivia, que descendió de la ciudad de El Alto hasta la vecina La Paz con algunos féretros de las ocho víctimas de un reciente enfrentamiento con las fuerzas de seguridad.
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Los manifestantes huyeron despavoridos por las calles aledañas a la céntrica plaza San Francisco, adonde habían llegado miles de pobladores de El Alto.
Varios locales cerraron sus puertas ante el pánico generalizado.
La policía disolvió la protesta cuando las personas, en su mayoría indígenas aymaras, quisieron montar los ataúdes sobre una tanqueta militar en protesta por la represión del pasado martes.
Ese día, ocho personas murieron por heridas de bala, durante un choque con fuerzas combinadas de la policía y el ejército, en inmediaciones de una planta de distribución de gas.
"Nos quieren matar"
El gobierno de la presidenta interina, Jeanine Áñez, que reemplazó a Evo Morales tras su renuncia y exilio a México, negó su responsabilidad en las muertes. En un mes de protestas han fallecido 32 bolivianos.
Las bombas lacrimógenas empleadas por la policía este jueves generaron una estampida. En el suelo podían verse algunos féretros.
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"Nos quieren matar y hay libertad para matar, hay orden para que nos maten en El Alto", dijo una mujer que se identificó como Ana Méndez, de 55 años, y quien acompañaba la protesta.
Bolivia atraviesa por una severa crisis desde las elecciones del 20 de octubre, en las que Morales, en el poder desde 2006, buscaba un nuevo mandato.
La oposición alegó fraude y las fuerzas armadas retiraron su respaldo al entonces jefe de Estado.
*Con información de AFP