Aunque en las últimas semanas los precios de los combustibles presentaron ligeras tendencias a la baja en el país, la situación podría cambiar tras los incidentes registrados en petroleras a nivel internacional.
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Según Enrique Meléndez, presidente de la Asociación de Expendedores de Combustibles, no se descarta que los ataques a refinerías en Arabia Saudita tengan incidencia en el mercado de Guatemala.
“Los precios podrían sufrir alza, ya que en estos ataques fue destruido el 5 por ciento de la producción mundial, que a la vez ya se ha visto reflejado en los mercados de Asia y Europa”, señaló.
Asimismo, dio a conocer que a nivel nacional actualmente los precios por galón en la modalidad de autoservicio son los siguientes:
- Gasolina superior Q24.49.
- Diesel Q20.69
Meléndez aseguró que por el momento no se tienen cifras de aumento en los precios, pero que hay que esperar el comportamiento del mercado global, ello tomando en cuenta que el precio del petróleo aumentó 10 por ciento y los combustibles limpios entre 9 y 10 por ciento.
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Ataques contra instalaciones petroleras
Los precios del petróleo registraron el lunes su mayor disparada durante una sesión desde 1991 tras los ataques con drones a instalaciones petroleras en Arabia Saudita. ¿Quiénes ganan y quiénes pierden con esta subida brutal y el aumento de tensiones geopolíticas?
Arabia Saudita, la gran perdedora
El ataque pone en entredicho la capacidad del país para proteger sus instalaciones petroleras, de las que dependen principalmente sus ingresos, pese a haber invertido masivamente en su seguridad.
El proyecto de salida a bolsa de Aramco, la empresa pública propietaria de las instalaciones, podría sufrir las consecuencias sobre su valor: si la empresa, sus infraestructuras y sus reservas están en riesgo, "los inversores querrán más por su dinero", considera Neil Wilson, analista de Markets.com.
La OPEP, entre dos aguas
El ataque disparó los precios del crudo, que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) intenta mantener altos desde hace meses comprometiéndose colectivamente a limitar su producción.
Por otra parte, los países miembros y sus socios deberían estar preparados para cubrir la falta de producción de los sauditas, lo que les generaría mayores ingresos, estima Craig Erlam, analista de Oanda.
Sin embargo, las tensiones entre dos países miembros, Arabia e Irán, hacen patentes los desacuerdos en el seno de la organización y dañan su reputación como fuerza reguladora del mercado mundial.
EE. UU., ganador pero con riesgos
Estados Unidos debería beneficiarse de este ataque contra el gigante saudita, gracias a su producción de hidrocarburos, la mayor del mundo debido a la explotación masiva del petróleo de esquisto, según los analistas de JBC Energy.
* Con información de la agencia de noticias AFP.