El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo y el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se comprometieron este domingo a estrechar la cooperación para reducir la migración irregular, un tema que ha generado roces entre Washington y sus vecinos al sur.
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Tras una reunión de un poco más de una hora en la casa de gobierno en San Salvador, Pompeo dijo en una rueda de prensa conjunta que para afrontar el problema de "la migración ilegal" los dos países necesitan trabajar "de manera conjunta" y "tener una seguridad fronteriza más fuerte".
En El Salvador
Pompeo llegó a El Salvador en el cierre de una gira latinoamericana que incluyó escalas en Argentina, Ecuador y México.
"Nosotros queremos que la gente se quede en sus propios países, no emigre", declaró Pompeo, recordando que "la pobreza y las pandillas" son dos elementos que motivan la migración irregular.
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De El Salvador parten a diario decenas de personas con el objetivo de entrar clandestinamente a Estados Unidos, en busca de trabajo o huyendo de la violencia desatada por las pandillas.
No obstante, Bukele estimó que el problema de la migración lo van a resolver "juntos" para lo cual buscarán "fortalecer" la relación bilateral "en todas las áreas".
Por otra parte, Pompeo y los ministros salvadoreños de Exteriores, Alexandra Hill, y Defensa, René Merino, junto al jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Craig Faller, firmaron un acuerdo para que continué operando un centro aéreo contra el narcotráfico en El Salvador.
Ese centro aéreo funciona contiguo al aeropuerto internacional Óscar Arnulfo Romero, unos 45 kms al sureste de San Salvador.
Antes de partir, Pompeo escribió en Twitter que le alegró reunirse con Bukele y expresó su apoyo a los planes del mandatario salvadoreño "para estimular el crecimiento económico y reducir la migración ilegal".
"Su visión para construir un El Salvador fuerte y autosuficiente llevará a un futuro brillante", añadió.
El Salvador y Estados Unidos se comprometieron además a luchar contra el narcotráfico y favorecer la generación de oportunidades de empleo y crecimiento económico para "frenar el flujo de migrantes sin documentos", consignó en un comunicado el gobierno de Bukele.
Combate a pobreza y pandillas
Por otro lado, el jefe de la diplomacia estadounidense llamó a El Salvador a "luchar" contra organizaciones pandilleriles como la MS-13.
"Tenemos que luchar contra la pandilla MS-13 que ha sembrado la destrucción en El Salvador y en Estados Unidos", sostuvo Pompeo, destacando que el gobierno salvadoreño ha compartido información que ha permitido luchar contra esa organización.
En tanto, Bukele subrayó el "interés común" de ambos países de "luchar contra la MS-13 y las demás pandillas".
Nacidas en calles de la ciudad estadounidense de Los Ángeles a principio de la década de 1980, la MS-13 y Barrio 18 siembran el terror en comunidades salvadoreñas, donde reclutan a jóvenes por la fuerza a sus filas para extorsionar y traficar con drogas.
Las pandillas en El Salvador tienen unos 70.000 miembros, de los cuales casi 17.000 están encarcelados.