Aunque la Cancillería trató de minimizar la consulta que hace Suecia a su representante en el país, analistas consideran que es una muestra de inconformidad por las decisiones de la administración de Jimmy Morales.
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La ministra de Relaciones Exteriores del país escandinavo, Margot Wallström, indicó que la consulta a Kompass debe entenderse como una señal para el país.
Llamado que, para el excanciller Gabriel Orellana, es vista como un retiro técnico, primero porque es una inconformidad por la situación del país y hay decisiones que no les agrada.
Además, consideró que en la Unión Europea maneja la política internacional por consenso, por lo que esa postura de Suecia se suma a la que han tenido Países Bajos o Alemania, que han mostrado su preocupación.
“Las medidas pueden ser graduales, empezando con una consulta con sus embajadores, por lo que pueden haber maniobras”, mencionó Orellana sobre si pueden haber otras medidas por otros países.
Llamada normal
El vicecanciller Pablo César García respondió que el pronunciamiento de Suecia es normal y forma parte de la diplomacia, ya que ellos también lo hacen con sus embajadores.
Sin embargo, Celia Luna, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), comentó que en política exterior nada es casualidad, ya que el gobierno de Jimmy Morales intentó expulsarlo del país y no hubo mayor movimiento por Suecia, por lo que se espera que no haya tampoco un movimiento que afecte las relaciones diplomáticas, pues lo que es espera es un mejor acercamiento.
“Los funcionarios deben velar porque haya una relación cordial entre los países y así beneficiar a la población. Otros factores de interés son las elecciones generales y el Organismo Judicial”, comentó Celia Luna, analista de Asíes