El poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal fue visitado en el hospital donde se encuentra internado por el obispo Silvio José Báez Ortega.
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El célebre escritor se encuentra en estado delicado desde hace unos días debido a una infección.
Ora por el poeta
Monseñor Báez, acérrimo crítico del gobierno de Daniel Ortega y que incluso fue herido en el brazo por simpatizantes del gobernante sandinista, se solidarizó con el poeta.
Hoy visité en el hospital a mi hermano y amigo, sacerdote P. Ernesto Cardenal, con quien pude conversar unos minutos", indicó.
Pero también compartió que oró por él y pidió bendiciones.
Me arrodillé ante su cama y le pedí su bendición como sacerdote de la iglesia católica, a lo cual accedió gozoso", añadió.
Por otra parte, el religioso agradeció la labor que ha realizado Cardenal en relación a compartir la fe por Dios.
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¡Gracias, Ernesto, por haber sabido cantar con belleza y fe el misterio Santo de Dios y por haberlo vivido en las contradicciones de la historia en solidaridad y amor a tus hermanos!", finalizó.
El sacerdote acompañó su texto con una dramática fotografía en la que se ve postrado, doliente, al aclamado poeta nicaragüense.
Hospitalizado
El sacerdote y poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, de 94 años, se encuentra hospitalizado a causa de una infección pero su estado de salud es "estable", informó este martes su asistente, la también poeta Luz Marina Acosta.
Explicó que los médicos detectaron que Cardenal tiene piedras en la vesícula, que son tratadas con antibióticos porque es arriesgado operarlo a su edad.
Considerado como uno de los poetas más importantes de América Latina, Cardenal apoyó activamente la lucha contra la dictadura de los Somoza que gobernó Nicaragua durante casi medio siglo hasta el triunfo de la revolución que encabezó el Frente Sandinista (FSLN, izquierda) en 1979.
Fue ministro de Cultura del gobierno revolucionario, pero se distanció del FSLN por desacuerdos con la conducción política de Daniel Ortega, presidente desde el 2007.
Cardenal condenó la represión a las protestas iniciadas en abril pasado contra el gobierno, que dejaron al menos 325 muertos, según grupos humanitarios.