Bajo rigurosas medidas de seguridad y la observación de la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA), los centros de votación en El Salvador abrieron a las 07:00 (hora local) para que poco más de 5.2 millones de electores acudan a los mil 595 centros de votación.
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Se trata de la sexta elección presidencial desde que el país recobró la democracia en 1992, tras 12 años de guerra civil y mediante la firma de acuerdos de paz entre el gobierno y la guerrilla.
Todas las encuestas colocan en la delantera al exalcalde de San Salvador, Nayib Bukele, de 37 años, quien se presenta bajo la bandera del conservador partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (Gana).
A Bukele le sigue el empresario de supermercados Carlos Calleja (42 años), de una coalición de cuatro partidos de derecha liderada por Alianza Republicana Nacionalista (Arena).
En el eventual caso de que Bukele logre imponerse, deberá pactar una alianza para poder gobernar con la derecha que domina el actual Congreso, en funciones hasta 2021.
En la contienda de este domingo, también participan el gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, exguerrilla izquierdista), que presenta al excanciller Hugo Martínez, tercero en las encuestas.
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El empresario Josué Alvarado, del minoritario partido Vamos, también compite.
Inseguridad, la prioridad
Quien resulte ganador deberá atender el ya viejo problema de las pandillas.
Las maras fueron responsables de la mayoría de los 3 mil 340 homicidios cometidos el año pasado en En Salvador, un país con una tasa de 51 muertes por cada 100 mil habitantes.
"El nuevo presidente debe ofrecer soluciones atrevidas en el tema de la seguridad", declaró el analista y profesor de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN) Carlos Carcach.
En el pasado, gobiernos de derecha le apostaron a la represión o negociaron en secreto la reducción de homicidios con las pandillas.
La izquierda, en tanto, con el expresidente Mauricio Funes, alentó una tregua entre las dos principales pandillas que redujo los homicidios.
Cada año, miles de salvadoreños emigran por la violencia y la falta de empleo.
*Con información de AFP