El 25 de enero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, finalizó el cierre de gobierno más prolongado en la historia de ese país, al aceptar firmar una resolución continua para que el gobierno se mantenga hasta el 15 de febrero.
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Se espera que los líderes del Congreso encuentren una solución a corto o largo plazo para esta fecha.
Sin embargo, si no se alcanza un compromiso, la fase dos del cierre podría activarse.
"Es posible, pero muy improbable", explicó a Publinews Internacional Fletcher McClellan, profesor de ciencias políticas en Elizabethtown College, Pennsylvania.
“El último cierre, que duró un récord de 35 días, causó un enorme daño económico al país".
El público escuchó historias de dificultades sufridas por casi un millón de empleados federales sin trabajo o forzados a trabajar.
"Las demoras en los vuelos a lo largo de la costa este debido al control de tráfico aéreo y al personal de seguridad del aeropuerto dejaron en claro que el cierre puso a las personas en riesgo".
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"Políticamente, el presidente Trump y los republicanos fueron culpados (de provocar el cierre), y su popularidad declinó. Trump no pudo obtener fondos para su muro fronterizo. Puede querer repetir los mismos errores, pero puede que él sea el único", agregó McClellan.
Según el experto, en las próximas dos semanas deberíamos ver esfuerzos más intensivos por parte de los miembros del Congreso para negociar el fin de la crisis.
“El presidente Trump, quien se ofreció a extender el programa DACA por tres años, puede ser más receptivo a tales ofertas. Al final, la pregunta es si Trump quiere arriesgarse a alienar su base para hacer un trato”, concluyó McClellan.