El cuerpo del niño Felipe Gómez, de 8 años, será repatriado hoy a Guatemala para luego ser trasladado a una comunidad en Nentón, Huehuetenango.
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Aunque el Ministerio de Relaciones Exteriores informó que el arribo de los restos sería a las 13 horas, cuando los periodistas estaban en el recinto de recepción, se informó que se postergaría a las 19:30 horas.
El cadáver del menor es trasladado desde Estados Unidos, en donde falleció el 24 de diciembre de 2018.
Pablo García Sáenz, vicecanciller, confirmó el lunes que la repatriación se realizaría en esta semana.
La tragedia
El 18 de diciembre de 2018 Felipe, junto con su padre, Agustín, y otras personas, fue detenido por autoridades estadounidenses al cruzar la frontera en El Paso, Texas.
Según el reporte preliminar, cinco días después fue trasladado hacia Alamogordo, en Nuevo México.
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El 24 de diciembre presentó un cuadro de vómito, náusea y fiebre.
Los médicos dijeron que tenía gripe y le recetaron ibuprofeno y amoxicilina y le dieron alta médica.
No obstante, horas después el menor empeoró en sus síntomas y fue retornado al hospital, en el que falleció.
Reacciones
Una de las primeras reacciones de las autoridades fronterizas fue ordenar que se realicen exámenes médicos a los menores interceptados que ingresan ilegalmente a Estados Unidos.
Sin embargo, hubo voces que exigieron una investigación profunda, entre ellas, el Ministerio de Relaciones Exteriores.
A esa petición se sumaron abogados que han apoyado a los familiares de Felipe.
Segundo caso
En la primera semana de diciembre de 2018 se confirmó la muerte de la niña guatemalteca Jakelin Caal, de 7 años.
La menor falleció en condiciones similares a las de Felipe. Ella iba acompañada de su padre, Nery.
Las autoridades estadounidenses no ha rendido un informe acerca de las muertes de Jakelin y de Felipe.
Además, el presidente estadounidense, Donald Trump, culpó a los demócratas, sus rivales políticos, por la muerte de los niños guatemaltecos y explicó que con un muro eso se evitaría.
