En esta semana se prevé el arribo del cuerpo de Felipe Gómez, de 8 años, para ser llevado a una aldea de Nentón, en Huehuetenango, en la cual vivía.
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El niño murió el 24 de diciembre del año pasado luego de haber pasado al menos una semana bajo custodia de las autoridades de migración estadounidenses.
No obstante, a casi de un mes del hecho, no se ha revelado la causa de la muerte del menor.
Los detalles
El vicecanciller, Pablo García Sáenz, confirmó que los restos del menor será repatriados a Guatemala en esta semana.
García Sáenz aseguró que las investigaciones para esclarecer la causa de la muerte siguen en curso.
Cuando se supo del caso, la Cancillería solicitó una investigación profunda del caso, que incluye, informes forenses.
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Según el reporte médico, al menor se le había diagnosticado gripe, luego fue atendido en un hospital, se le dio de alta, pero tuvo que ser ingresado de nuevo, pero falleció.
El niño fue interceptado junto con su padre el 18 de diciembre en El Paso, Texas, y el 23 fue trasladado a Alamogordo, en Nuevo México.
Un día después presentó un cuadro de vómitos, náusea y fiebre. Los médicos le recetan ibuprofeno y amoxicilina, pero murió.
Segundo caso
El 25 de diciembre del años pasado fue sepultada en una comunidad de Alta Verapaz Jakelin Caal, de 7 años.
La menor viajó hacia Estados Unidos y, al igual que Felipe, estaba bajo custodia de las autoridades de ese país cuando tuvo complicaciones de salud.
Nery Caal, padre de la niña, la acompañaba en busca del “sueño americano”.
Acerca de ese caso tampoco se ha dado a conocer una causa oficial del fallecimiento o los resultados de las investigaciones que se han solicitado.
