Las fuerzas de seguridad realizan un operativo este miércoles con el objetivo de desarticular tres grupos delincuenciales que se dedican al cobro de extorsiones y a cometer otros delitos.
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El Ministerio Público (MP) y la Policía Nacional Civil (PNC) desarrollan 71 diligencias de allanamiento en los departamentos de Guatemala, El Progreso, Totonicapán y Quetzaltenango.
Julia Barrera, portavoz del MP, dio a conocer que las acciones son coordinadas por la Fiscalía Contra el Delito de Extorsión.
Añadió que se pretende debilitar a las clicas “Solo para Locos” y “Crazy Rich, de la pandilla del Barrio 18, y a un grupo de los denominados “imitadores”.
Esta es la segunda fase de investigación relacionada con miembros de la “Crazy Rich”, pues en febrero de este año se realizó otro operativo contra esta clica. En esa ocasión fueron detenidas 16 personas, quienes actualmente guardan prisión preventiva.
Cobros millonarios
El MP indicó que las víctimas de estas organizaciones son comerciantes y transportistas.
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Según las investigaciones, en un período de un año los extorsionistas despojaron a estas personas de por lo menos Q3 millones.
Detenidos
Hasta el momento se reporta la captura de 24 personas que estarían vinculadas con estos grupos delictivos.
Modo de operar
En el caso de los grupos vinculados al Barrio 18, las autoridades han logrado determinar que la forma de operar consiste en inicialmente entregar un teléfono celular a sus víctimas.
Luego les realizan llamadas intimidatorias y las amenazan por medio de ataques y el uso de armas de fuego para exigirles el dinero.
Entonces, consiguen que las personas por el temor a ser asesinadas les entreguen diferentes sumas de dinero a través depósitos bancarios o en la modalidad “mano a mano”.
Mientras tanto, los “imitadores”, que son personas que se hacen pasar por integrantes de una pandilla u organización criminal, hacen llamadas a sus víctimas, a quienes seleccionan previamente.
Por la vía telefónica las amenazan de muerte y las intimidan para exigirles el pago de la extorsión.
El dinero es trasladado a los delincuentes por medio de depósitos bancarios o también por entregas personales.