La película acaba alegremente con la noción de que sólo puede haber un Spider-Man y no solo eso, presenta la emocionante idea de que puede ser cualquiera. Puede ser una chica, puede ser un hombre de edad media con panza o un cerdo de caricatura.
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"Spider-Man: Into the Spider-Verse" hace algo con que los cómics y las novelas gráficas han experimentado desde hace mucho, pero en esta ocasión lo lleva a la gran pantalla. Literalmente abre un universo de posibilidades.
El resultado es una película fantásticamente fresca, tanto en lo visual como en su narración, psicodélica y posmoderna al mismo tiempo y llena de recursos intrigantes en la narración, humor, empatía y acción, pero sin dejar de ser fiel a sus raíces, pues continúa presentando la historia de un joven que acepta la responsabilidad de luchar por lo que es justo.
Nuestro héroe proviene de una historia derivada del cómic principal de Spider-Man: Miles Morales, un adolescente con ascendencia afroestadounidense y puertorriqueña de Brooklyn que tiene un afiche de Chance the Rapper en su pared. No se parece ni actúa como ninguno de los Peter Parker anteriores (como Tobey Maguire, Andrew Garfield y Tom Holland), y eso es genial.
¡Hey!, si Cate Blanchett puede interpretar a Bob Dylan en una película ¿por qué no ofrecernos un Spidey con un estilo diferente?
Producida por Phillip Lord y Christopher Miller, el dúo detrás de la aclamada "The Lego Movie", esta entrega de Spider-Man destaca por su animación y cambia constantemente de estilo. Por momentos puede ser hiperrealista y luego surreal.
Incluye animación en slow motion, distorsión de color, Pop Art, elementos dibujados a mano, animación por computadora e incluso guiños a su origen de cómic al agregar diálogos en paneles.
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Los animadores colocan su historia en una Nueva York maravillosamente ruda, con vagones chirriantes del metro llenos de grafiti y peatones sin encanto, (uno de los cuales resulta tener la voz de Post Malone, quien contribuyó a la banda sonora de la película).
Una clave es la capacidad de la película para hacer que las cosas al frente parezcan objetos en relieve enfocados mientras que el fondo se difumina lo que da la sensación de ver una película en 3D sin esos lentes raros.
Nuestro héroe Miles (Shameik Moore) trata de navegar por la vida entre su padre policía (Brian Tyree Henry) y su tío más interesante (Mahershala Ali). Después de ser picado por una araña radioactiva, es testigo de la muerte de Spider-Man. Pero Miles pronto se da cuenta que hay más personas Spider, liberados de sus realidades por el descomunal Kingpin (Liev Schreiber), quien construye un colisionador nuclear que permite el acceso a universos alternativos.
El astro de "New Girl" Jake Johnson hace la voz de un Peter Parker gordo y deprimido que usa pantalones deportivos y está divorciándose de Mary Jane. También hay un Spider-Man Noir (Nicolas Cage) con sombrero y en blanco y negro, que es teletransportado de su lucha contra los nazis. Hay una chica Spider-Gwen interpretada por Hailee Steinfeld, y Kimiko Glenn hace la voz de una niña anime del futuro. También hay un Spider-Ham (John Mulaney) basado en caricaturas infantiles que incluyen yunques cayendo del cielo.
Esta rara familia se une para combatir a Kingpin y regresar a sus universos, haciendo guiños constantes entre ellos y el espectador, un poco como "Deadpool". Los directores Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rothman — Rothman y Phil Lord escribieron la historia — también sustentan la acción con una gran banda sonora que incluye a Elliphant, Run-DMC, The Notorious B.I.G., James Brown y Nicki Minaj.
El icono de Marvel Stan Lee hace su esperada participación animada, pero en esta ocasión viene acompañada de tristeza. Lamenta la muerte de Spider-Man, "lo voy a extrañar”, le dice a Miles. Lee murió el 12 de noviembre y lo vamos a extrañar también, pero de alguna manera esta película resume mucho de lo que trató de plasmar en toda su carrera: diversión, acción y dulzura en una historia donde vemos crecer estos elementos.
"Spider-Man: Into the Spider-Verse" un estreno de Columbia Pictures, tiene una clasificación PG-13 (que advierte a los padres que podría ser inapropiada para menores de 13 años) de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA, según sus siglas en inglés) por algunas escenas de acción animada frenética y violencia. La AP la califica con tres estrellas y media de cuatro.