El Gobierno inauguró este martes un comedor social en el municipio de Morales, Izabal, que beneficiará con raciones de alimentos gratuitas a pobladores de escasos recursos.
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En la actividad participaron el presidente Jimmy Morales, el ministro de Desarrollo Social, Carlos Velásquez; y autoridades locales.
Durante su discurso, el gobernante pidió a la población “entrar con la vista en alto” a los comedores sociales, porque el dinero es del pueblo y “nadie les tiene que reclamar”.
“Nadie les va a poder señalar porque vengan a disfrutar de un servicio social. Quiero aclarar que esto que se está haciendo acá es dinero del pueblo, y el dinero del pueblo tiene que regresar al pueblo”, expresó.
Morales explicó que diariamente se servirán 300 desayunos y 500 almuerzos de forma gratuita y que es el comedor número 26 que se inaugura durante su gestión.
Aseguró que la comida que se sirve es deliciosa, nutritiva y estudiada y perfeccionada por nutricionistas, pues se pretende que las personas con menos recursos puedan comer bien.
“Ningún político, ni nadie les va a poder decir que estos programas se hacen porque el político es muy bueno, esa es la obligación de nosotros los servidores públicos”, resaltó.
Cambiar el país
Aseguró que su administración maneja los fondos con total transparencia. “No como antes, que se les decía si no votas por mí, no hay”, dijo al público.
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“Eso se acabó señores, un aplauso para Guatemala que está cambiando realmente”, añadió.
Continuó indicando que se siente honrado de ver a los ojos a los guatemaltecos y decirles “estamos trabajando”, aunque reconoció que falta mucho por hacer.
“Les puedo decir que un hombre no puede cambiar la realidad de un pueblo. La realidad de un pueblo la cambia un pueblo, y no se puede cambiar en cuatro años”, manifestó.
En ese sentido, puso como ejemplo los años de estudio que debía realizar una niña que estaba entre el público de la actividad, quien expresó su deseo de ser enfermera profesional.
La pequeña tiene 13 años y dio a conocer que recién concluyó de cursar el primer grado del nivel básico. Morales calculó entonces que le faltaban por lo menos siete años para lograr graduarse y ejercer como trabajadora de salud.
“Si eso es la vida y la profesión de una niña, se imaginan ustedes cuánto tiempo se tiene que trabajar continuo para solucionar los problemas de un país. Significa que tenemos que seguir construyendo toda la vida, porque siempre podremos estar mejor”, concluyó.
