Comienzan a surgir nuevas teorías acerca del escabroso caso del periodista Jamal Khashoggi, desaparecido desde principios de octubre tras ingresar al consulado de Arabia Saudita en Estambul, Turquía.
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Khashoggi, muy crítico con el reino saudita y especialmente con el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, acudió el pasado 2 de octubre a la sede diplomática ubicada en la ciudad turca, y desde entonces no se le ha vuelto a ver.
Las primeras versiones señalaban que el comunicador habría sido víctima de una desaparición forzada y posiblemente de un atentado. Y esta teoría ha cobrado mayor fuerza este martes, tras el surgimiento de supuestas declaraciones de un funcionario turco que habría confirmado el asesinato.
Citada por la cadena CNN, la fuente, cuyo nombre no fue revelado, aseguró que el cuerpo de Khashoggi fue “cortado en pedazos” después de haber sido asesinado. El mismo funcionario señaló que el periodista murió el mismo día de su desaparición.
De confirmase esta versión, las consecuencias para Arabia Saudita podrían ser muy graves. Este mismo martes, el presidente estadounidense, Donald Trump, envió a Riad a su secretario de Estado, Mike Pompeo, para reunirse con el rey Salmán bin Abdulaziz en busca de respuestas.
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De acuerdo con el propio Pompeo, las autoridades sauditas estuvieron de acuerdo en la necesidad de una investigación “exhaustiva y transparente” para esclarecer el caso.
“Enfrentamos juntos los desafíos, ya sea en el pasado, el presente o el futuro”, dijo el príncipe heredero, quien recibió al jefe de la diplomacia estadounidense.
Arabia Saudita estaría preparando, no obstante, un informe para explicar (y confirmar) la muerte de Khashoggi, misma que, según medios, habría ocurrido durante un interrogatorio que salió mal.