Javier Duarte, exgobernador del estado mexicano de Veracruz entre 2010 y 2016, se declaró culpable este martes de cargos de corrupción para obtener una pena reducida que ya fue establecida en nueve años, informó su defensa.
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Duarte, detenido en abril de 2017 en Guatemala y extraditado a México en julio de ese año, se declaró ante un juez federal culpable de asociación delictuosa y lavado de recursos de procedencia ilícita en una audiencia judicial realizada en el penal de Ciudad de México donde se encuentra recluido.
El exgobernador aceptó el "procedimiento abreviado" porque "era la mejor opción" para obtener su libertad en menor tiempo, dijo al prensa el su abogado Ricardo Sánchez, quien aseguró sin embargo que su cliente era inocente.
El defensor afirmó en un comunicado que no se ha presentado prueba alguna "que acredite que algún recurso proveniente del gobierno del estado de Veracruz hubiera ingresado al patrimonio de Duarte de forma ilegal".
Según la defensa, si Duarte muestra buena conducta podría salir de prisión en cuatro años y medio.
El juez también le impuso una multa de unos 3.100 dólares y ordenó el decomiso de 40 propiedades que están a nombre de prestanombres del exgobernador.
Duarte, expulsado del oficialista Partido Revolucionario Institucionla (PRI) y con dos procesos promovidos por la fiscalía de Veracruz pendientes, es uno de los políticos más impopulares de México.
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Su caso, junto con el de otros exgobernadores del PRI también señalados de corrupción, fue uno de los factores de la derrota histórica que el partido oficialista sufrió en las elecciones presidenciales de julio pasado, en las que arrasó el izquierdista Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena.
El gobierno de Duarte también estuvo marcado por el recrudecimiento de la violencia ligada al narcotráfico hasta hacer de Veracruz uno de los estados más violentos de México y de los que registra mayor número de personas desaparecidas.
