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Momentos inolvidables en la Asamblea General de la ONU

La carcajada fue repentina, fuerte e inesperada.

Fue a expensas del presidente de Estados Unidos cuando hablaba ante los líderes mundiales en las Naciones Unidas y, de inmediato, el video del momento fue visto por decenas de millones de personas en línea.

Las risas brotaron cuando Donald Trump dijo que “en menos de dos años, mi gobierno ha logrado más que casi cualquier gobierno en la historia de nuestro país”.

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Evidentemente sorprendido, bromeó al decir que no era la reacción que esperaba.

Después, al salir del recinto, dijo a reporteros que su intención había sido ser gracioso.

No obstante, fue un momento que dejó con la boca abierta a la audiencia en la sala en donde guerra y paz, prosperidad y pobreza, hambruna y abundancia, han sido discutidas con pasión a lo largo de las décadas.

Aquí hay otros momentos que han sorprendido en la Asamblea General.

Chávez y el Diablo

El expresidente venezolano Hugo Chávez causó asombro en la ONU en 2006 cuando dijo “ayer el diablo estuvo aquí”, en clara referencia al entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush. “Huele a azufre todavía”, agregó. En esa época Estados Unidos estaba muy involucrado en la guerra de Irak, a la cual Chávez se oponía vehementemente.

El zapato de Jrushchov

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El líder soviético Nikita Jrushchov hizo más que causar asombro en 1960 cuando azotó su zapato sobre un escritorio con furia. Sucedió después de que el jefe de una delegación de Filipinas criticó a Moscú por restringir la liberad en Europa del Este. Su nieta después escribió que traía puestos zapatos nuevos muy apretados, así que se los quitó cuando estaba sentado. Ella y su intérprete dijeron que Jrushchov se paró, golpeó la mesa tan fuerte con sus puños que su reloj se cayó, y que cuando se agachó para levantarlo, vio el zapato y optó por mejor golpear con eso. El Muro de Berlín se construyó al año siguiente.

Los largos discursos de Castro

El líder cubano Fidel Castro dio muchos discursos en la ONU en donde despotricaba contra aquellos que consideraba opresores capitalistas de su país. La ONU pide a los líderes que sus discursos sean cortos. Pero eso nunca detuvo a Castro: aquel de la Asamblea General de 1960 duró cuatro horas y media. Ataviado con su traje de faena verde militar, Castro dijo que la revolución que dirigió 20 meses antes terminó con el estatus Cuba como “colonia de Estados Unidos”, pero que Estados Unidos todavía creía que tenía “el derecho de promover la subversión en nuestro país”. En el discurso, Castro defendió los vínculos de Cuba con la Unión Soviética, expresó su preocupación de que el “gobierno imperialista” de Estados Unidos podría atacar a Cuba y tachó al presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, de “millonario analfabeta e ignorante”. Castro se quejó de haber sufrido tratos “vejaminosos” en Nueva York, incluido ser desalojado de su hotel.

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La rama de olivo y la pistola de Arafat

Yasser Arafat fue la personificación de la lucha palestina por la independencia, un camino lleno de desplazados y muertos. En 1974, fue invitado a representar a la Organización para la Liberación de Palestina y a su pueblo ante el organismo mundial, en donde dejó claro que estaba listo para utilizar cualquier medio para obtener la categoría de Estado. Habló del pueblo oprimido y de la liberación del mundo. Con su típico pañuelo palestino, concluyó con una perdurable cita: “Hoy traigo una rama de olivo en una mano y el arma de un luchador por la libertad en la otra; no dejen que caiga de mi mano la rama de olivo”.

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Gadafi se va por la libre

Moammar Gadafi de Libia también tenía una inclinación por los monólogos largos y dispersos en sus discursos en el organismo mundial. En 2009 habló por 1 hora y 40 minutos. Vestido con ropa beduina café y una boina negra, reprendió a la ONU por no lograr evitar decenas de guerras, sugirió que aquellos que habían causado la “masacre” en Irak fueran juzgados y defendió el derecho del Talibán a establecer un emirato islámico. En un momento, Gadafi tomó una copia de la Carta de la ONU y pareció romperla cuando dijo que no reconocía la autoridad del documento. Poco después ese día, el primer ministro británico Gordon Brown dijo ante la Asamblea: “Estoy aquí para ratificar la Carta de las Naciones Unidas, no para romperla”.

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Ahmadinejad y el 11 sep

El presidente de Irán Mahmoud Ahmadinejad, provocó que algunos delegados abandonaran la Asamblea en señal de protesta cuando cuestionó en 2010 si se habían montado los ataques del 11 de septiembre. Insinuó que fue un trabajo interno y argumentó que sólo una explosión, no los aviones, podría haber derrumbado las Torres Gemelas. Sus visitas a Nueva York causaban molestia a los habitantes locales, pero le encantaban a los radicales de Irán.

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Ben y la bomba

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, cuando habló ante la Asamblea General sobre el programa nuclear de Irán el 27 de septiembre de 2012, sostuvo un enorme diagrama caricaturesco de una bomba. La bomba estaba dividida en secciones que marcaban el 70% y el 90%. Netanyahu dijo que Irán estaba a 70% del camino de enriquecer el uranio para convertirlo en arma nuclear y exhortó al mundo a trazar una clara “línea roja” y detener el programa nuclear del país. Luego dibujó una línea roja bajo el 90%, afirmando que los iraníes estarían en ese punto para mediados de 2013 y que no se les debería permitir llegar. Netanyahu advirtió que “nada pondrá al mundo en mayor peligro que un Irán con armas nucleares” e insistió en que las “líneas rojas” prevenían guerras.

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