Poniendo en evidencia que el Vaticano se ha dado cuenta que el escándalo es mundial y que la falta de acción amenaza con socavar su legado, el papa Francisco convocó a los jefes de todas las Conferencias Episcopales del mundo a una cumbre en febrero, en la que se analizará la prevención del abuso sexual.
PUBLICIDAD
El anuncio fue hecho por los principales consejeros de Francisco, un día antes de que el Papa se reúna con líderes eclesiásticos estadounidenses, profundamente desacreditados por las acusaciones más recientes de décadas de abusos sexuales y un escándalo de encubrimiento por parte de la Iglesia católica.
La cumbre, pactada para realizarse entre el 21 y el 24 de febrero de 2019, es la primera de su tipo y muestra una toma de conciencia en los niveles más altos de la Iglesia de que el abuso sexual por parte del clero es un problema global y no está restringido al mundo anglosajón, como muchos líderes eclesiásticos han insistido por mucho tiempo.
A principios de este año, Francisco enfrentó lo que entonces era la peor crisis de su papado cuando desacreditó repetidamente a las víctimas de un sacerdote chileno abusador. Finalmente, admitió "graves errores de juicio" y ha tomado medidas para enmendarse.
Más recientemente, el papado de Francisco se ha visto sacudido por las acusaciones hechas por el arzobispo Carlo Maria Viganò, de haber rehabilitado al cardenal Theodore McCarrick (sancionado por el papa Benedicto XVI) tras haber abusado y acosado a seminaristas adultos.
Lee también: En medio de escándalo, el Papa recomienda “el silencio y el rezo”
Visita a Japón
En otro asunto, Francisco también expresó este miércoles su intención de visitar Japón el próximo año.
PUBLICIDAD
Durante una reunión con una asociación cultural japonesa, el pontífice se declaró "admirador" de la cultura y la historia niponas desde hace años, y confesó que cuando era joven quiso convertirse en misionero en Japón, después de ser ordenado sacerdote.
El viaje seguramente incluiría una visita al Monumento de los 16 Mártires, en Nagasaki, donde 26 cristianos fueron ultimados en 1597. Esa visita también le permitiría al Papa orar por las víctimas de la bomba atómica.
*Con información de AFP y AP
