Este martes en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas, se conversó acerca de cómo evitar una eventual debacle tras la crisis que se registra en Guatemala y el ambiente de polarización.
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Como invitados en cabina participaron Acisclo Valladares Molina, embajador de Guatemala en Inglaterra y extitular de la Procuraduría General de la Nación (PGN); y Virgilio Álvarez Aragón, doctor en sociología, investigador social y escritor.
Al ser cuestionado sobre si ve venir una debacle, y de ser así cómo detenerla, Álvarez expuso que ve una Guatemala muy complicada y compleja, tomando en cuenta que a su criterio, han salido del cementerio esqueletos que se creían totalmente enterrados, por ejemplo el autoritarismo militar.
Se ha observado que actualmente el presidente Jimmy Morales se siente a gusto tomándose fotografías rodeado por altos y medios mandos del Ejército y la Policía Nacional Civil, cuando antes existía la diferencia entre temas militares y civilidad. Los unieron y ahora muestran a ambos cuerpos para decir que protegerán al mandatario, dijo el escritor.
Álvarez destacó que desde 2015 se vivía un momento de resurrección nacional y para este momento se podría estar fundando un nuevo país, pero ahora eso es difícil, y quizá lo único que se podría lograr en este contexto sería recuperar las instituciones.
“Con este gobierno estamos caminando a convertirnos en una nueva Nicaragua. Vamos a la Orteguización de Jimmy Morales”, resaltó Álvarez.
Mientras que el embajador Valladares rechazó totalmente esa idea, pues indicó que en el régimen Orteguista se contabilizan más de 300 muertes, lo cual es contrario a lo que ocurre en Guatemala, en donde según él, ha habido respeto por la vida y las expresiones distintas.
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Sin embargo, no negó que el tema de la imagen militar que se ha implementado en las recientes acciones de Morales no deja una imagen positiva de lo que ocurre en Guatemala vista desde afuera del territorio.
A su criterio, la información se ha visto de cierta manera parcializada en los medios de comunicación, pues lo que realmente ocurre no se ha dado a conocer. “Por ejemplo, se dice que la Unión Europea emitió un comunicado, pero fue uno de los 750 parlamentarios”, resaltó.
Por aparte, señaló que la decisión de Morales de no prorrogar el mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) es constitucional, está en la potestad que le corresponde al mandatario y es absolutamente legal, aunque lo que sí es muy discutible es si era o no el momento.
Valladares calificó al presidente como “un ejemplo de sujeción a la ley”, más aún cuando tanto él como su familia han sido señalados por la Fiscalía y la CICIG de diferentes hechos, que a su criterio, se trata de temas administrativos y no de delitos.
Sobre el caso del hermano e hijo de Morales, el diplomático dijo que los hechos ocurrieron dos años antes, no durante el Gobierno y se hace parecer en las publicaciones de prensa que se trataría de hechos registrados en el ejercicio gubernamental.
“Es una infracción administrativa contemplada en la Ley de Contrataciones, pero se persiguió mal y eso hizo mucho daño en la relación entre la CICIG y el Estado mismo”, aseguró.
Por aparte, manifestó que el antejuicio que actualmente es conocido por el Congreso “no tiene ni pies ni cabeza, como no lo tuvieron los dos anteriores”.
“Al decir financiamiento electoral ilícito uno piensa en narcotráfico o algo así, pero se explica que hay empresarios que con su dinero limpio aportaron de forma directa para que fiscales de mesa aseguraran un conteo de votos. El presidente no recibe la cantidad porque nunca ingresó a su organización política”, expuso.
Por su parte, el investigador social Virgilio Álvarez opinó que lo ilícito se debe castigar no solo cuando es grande, sino siempre.
En cuanto a la gestión de CICIG, Álvarez opinó que esta comisión ha venido a modificar mucho las relaciones de poder en el país y ha dado independencia al Ministerio Público. Además, vino a fortalecer el Estado y eso es algo que a la sociedad le importa.
Y Valladares señaló ciertos aspectos negativos, pues consideró que se presentaron casos penales de forma mediática al ofrecerse conferencias de prensa y que no es justo tener a personas en prisión preventiva por tanto tiempo. “Se ha querido politizar a Guatemala”, dijo.
Los entrevistados coincidieron en que la decisión de Morales de no solicitar una prórroga más del mandato de la comisión está en sus facultades; pero Álvarez indicó que esta acción, pero principalmente el prohibir el ingreso del comisionado Iván Velásquez al país podrían haberse dado por temas personales del presidente.
Posibles escenarios
A criterio del embajador Valladares, hay que ver los aciertos y desaciertos de la CICIG y no se debe tomar partido solo a favor o en contra de esta en cuanto a su totalidad de acciones.
En el futuro a corto plazo, él ve para Guatemala un escenario donde exista el cumplimiento de la Constitución y las leyes. “La Corte de Constitucionalidad ya lo dijo, es un tema que debe ser resuelto entre las partes en todo lo que se refiera a aplicación del tratado de la CICIG”, señaló.
En ese sentido, destacó que es un tema entre el Gobierno de Guatemala y las Naciones Unidas, quienes suscribieron el acuerdo de creación de la comisión, y otras entidades deben sustraerse y dejar esto solamente en manos de las dos partes.
Mientras que Álvarez ve varios posibles escenarios. Uno, que es el que le gustaría que se diera, es en el que el presidente acepta el regreso de Velásquez al país para terminar su período, ello enmarcado en un diálogo franco y fortaleciendo la institucionalidad del país. “Eso le permitirá a morales legitimarse en los meses que le quedan”, resaltó.
Sin embargo, el escritor no se ve en el mandatario, sus asesores y el equipo que lo rodea con voluntad de dialogar y construir la gobernabilidad adecuada para el país, sino que ve un escenario “confrontativo y provocador donde se quiere imponer fuerza militar ante la sociedad”.
