Cuando la primera ministra británica Theresa May se convirtió en enero de 2017 en la primera líder internacional en visitar a Donald Trump en la Casa Blanca, parecía que la amistad histórica entre las dos naciones era robusta.
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Pero desde entonces, las acusaciones y polémicas no han cesado, la última pocas horas antes de su visita al Reino Unido, cuando sugirió que los planes de May para el Brexit no respetan la voluntad de los británicos que votaron a favor de abandonar la UE.
El puesto no está vacante
En noviembre de 2016, el recién elegido presidente sorprende a May cuando escribe en Twitter que Nigel Farage, exlíder del UKIP y uno de los rostros del Brexit, "haría un gran trabajo" como embajador en Estados Unidos.
Downing Street responde que el puesto "no está vacante".
La prohibición de musulmanes
En la visita de enero de 2017, May y Trump pasean de la mano por la Casa Blanca, mostrando gran sintonía, pero la alegría dura poco porque el presidente estadounidense prohíbe la entrada a los ciudadanos de siete países musulmanes, afectando a muchos de ellos que tienen también el pasaporte británico.
May dice que "discrepa" de la prohibición, y varios diputados le piden que retire la invitación que le cursó para visitar el país.
"No somos escolares"
Tras varios rifirrafes, Trump la emprende en junio de 2017 contra el alcalde de Londres, Sadiq Khan, poco después de un atentado en la capital británica.
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"¡Al menos 7 muertos y 48 heridos en un atentado terrorista en Londres y el alcalde de Londres dice que \'no hay motivo para la alarma!".
"No somos escolares", le responde Khan, invitándolo a meterse en sus asuntos.
"¡Hay que ser proactivo!"
En setiembre de 2017, tras otro atentado, el presidente dice que los autores "estaban vigilados por Scotland Yard", y aconseja: "¡Hay que ser proactivo!".
La policía no había revelado todavía nada sobre los autores, y May respondió a Trump que sus especulaciones "no ayudan".
Retuitea a la extrema derecha
En noviembre de 2017, Trump se dedica a retuitear mensajes de Jayda Fransen, una dirigente del grupo de ultraderecha Britain First, con videos supuestamente de actos violentos cometidos por musulmanes, lo que en al menos uno de los casos era falso.
May dijo que Trump cometió un "error", y este le respondió destemplado: "No te concentres en mí, concentráte en el destructivo terrorismo radical islámico que ocurre en el Reino Unido".
La embajada
En enero de 2018, Trump afirma que no irá a inaugurar la nueva embajada estadounidense en Londres porque su ubicación es mala y responde a "un mal acuerdo".
"No me entusiasma que la administración Obama vendiera la embajada mejor y más bien ubicada por nada", escribió.
Londres, "zona de guerra"
En mayo de 2018, Trump dice en una convención de la Asociación Nacional del Rifle que un hospital de Londres que "en otros tiempos fue muy prestigioso" era ahora como el hospital de "una zona de guerra" por los acuchillamientos en capital.
"Sí, es verdad, no tienen pistolas, tienen cuchillos, y hay sangre por todo el suelo de este hospital. Dicen que está tan mal como el hospital de una zona de guerra", explicó, haciendo gestos de esgrimir un cuchillo.
Los crímenes con arma blanca crecieron un 23% en Londres el año pasado.