Las tres víctimas fueron invitadas al Vaticano después de que, en enero, el papa Francisco pusiera en dudas sus denuncias en contra del cura Fernando Karadima, acusado de abusos sexuales, situación que generó una oleada de indignación en el país sudamericano.
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A su regreso al Vaticano, el pontífice ordenó una investigación sobre el caso y reconoció públicamente que se había equivocado y que había sido mal informado.
Para dar seguimiento al caso puso a cargo a monseñor Charles Scicluna, y fueron entrevistadas 64 personas. También se elaboró un informe de 2 mil 300 folios, que significó el vuelco del Papa.
Hospedados desde el viernes pasado en la Casa Santa Marta, los tres chilenos mantuvieron largas conversaciones (de más de dos horas) con Francisco, primero por separado y luego todos juntos, según AFP.
Conmoción y esperanzas
El Vaticano había adelantado que no emitiría comunicados sobre los encuentros con las víctimas, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, argumentado que “su prioridad es escuchar a las víctimas, pedirles perdón y respetar la confidencialidad de estos coloquios".
Sin embargo, los tres chilenos manifestaron con sendos tuits su conmoción y esperanzas.
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Cinco años después de ser elegido Papa, la pedofilia sigue siendo una espina clavada en el pontificado de Francisco y uno de los problemas más graves que tiene aún que encarar, sobre todo ahora que un cardenal, el australiano George Pell, será juzgado por primera vez por agresión sexual.
Asociaciones de víctimas consideran que la jerarquía de la Iglesia no está haciendo todo lo posible para impedir que sacerdotes abusen sexualmente de menores de edad en todo el mundo.
En 2011, el Vaticano había condenado a Fernando Karadima a “una vida de silencio y penitencia”, reconociendo su culpabilidad, pero no lo redujo al estado laical, que es la pena más dura que se aplica en estos casos.
Además de las víctimas de Karadima, Francisco convocó al Vaticano para mediados de mayo a los obispos y cardenales chilenos, un gesto drástico tras el cual se supone va a tomar “medidas”, según una carta pública firmada por el propio Papa.
No se excluye que entre estas medidas figure la sustitución de varios prelados para abrir una nueva era de la Iglesia chilena, consciente del daño causado a la ya deteriorada imagen de la institución en ese país.
“Nos pidió perdón”
Este miércoles, en conferencia de prensa, Cruz, Hamilton y Murillo ofrecieron más detalles sobre las conversaciones que tuvieron con Francisco y afirmaron que este se disculpó con ellos “formalmente”.
“El Papa nos pidió formalmente perdón, a nombre propio y a nombre de la iglesia universal”, dijo Hamilton, leyendo un comunicado a nombre de las tres víctimas.
Hamilton reveló que el líder religioso les pidió su opinión sobre aspectos concretos, como el encubrimiento, calificándolo de grave, ya que sostiene, replica y hace impune el abuso.
En esa línea, aseguraron que lo que ocurra hacia adelante no depende de ellos, por lo que esperan medidas ejemplificadoras por lo ocurrido, de lo contrario “todo esto será letra muerta”.
“Nos comprometimos de enviarle sugerencias durante los próximos días”.
Por último, los tres chilenos agradecieron la invitación e indicaron que acudieron en representación de todas las víctimas.