Álvaro Arzú, alcalde capitalino y expresidente de la República, periodo 1996-2000, tuvo un homenaje póstumo en el Palacio Nacional de la Cultura, en donde se realizó un protocolo eminentemente militar por haber sido Comandante General del Ejército en el periodo mencionado.
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El protocolo inició con la entrega de la Bandera Nacional a su esposa, Patricia Escobar de Arzú, por parte del presidente Morales.
Tras abandonar el Palacio Nacional de la Cultura, el cuerpo de Arzú fue colocado en la carroza fúnebre que lo transportaría hacia la comuna capitalina, en donde se realizarían otras actividades por ser el alcalde actual.
Se entonó el Himno Nacional de Guatemala, asimismo se detonaron 21 cañonazos de salvas en honor al otrora Comandante General del Ejército, periodo 1996-2000.
Carroza fúnebre por el Paseo de la Sexta
Tras abandonar la Plaza de la Constitución, la carroza fúnebre recorrió el Paseo de la Sexta para llegar hasta el palacio de la comuna capitalina, en donde los empleados municipales y decenas de personas que acudieron a dar el último adiós al alcalde, ya aguardaban su llegada.
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Sirenas, vítores y aplausos
A su llegada a la entrada principal de la Municipalidad de Guatemala, antecedido por un sonido ensordecedor de sirenas de ambulancias, y en donde ya se había montado un altar fúnebre para colocar el féretro, empleados municipales, de la Policía Municipal de Tránsito (PMT), Bomberos Municipales, personal administrativo de la comuna, y en definitiva, decenas de personas que acudieron al lugar, rindieron aplausos al alcalde.
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El féretro fue depositado en el altar preparado en la comuna, luego se entonó el Himno Nacional de Guatemala.
El vocero de la comuna, Carlos Sandoval, comentó que sobre su ataúd fueron colocados la bandera nacional, el casco de primer comandante en jefe de los Bomberos Municipales, y la medalla "Más allá del deber".
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Álvaro Arzú Escobar habló sobre su padre
Notablemente afectado por la partida de su padre, el presidente del Congreso, Álvaro Arzú Escobar, tomó la palabra para referirse a su padre y su lamentable deceso.
Hay personas que dicen que hoy comienza la historia del país sin Álvaro Arzú, no puedo más que sonreír que están equivocados. Por dos razones: Primero porque preparó a miles de personas para realizar su trabajo. Segundo, porque si bien él ya no está físicamente aquí, él se ha convertido en algo mucho más importante y poderoso, él es un símbolo de que las cosas se pueden hacer bien. Es un símbolo de que tenemos que trabajar y amar a nuestro país que tenemos que entender que tenemos que sacrificarnos por los demás, a luchar por nuestras ideas. Nos enseñó que un sí es sí y un no es no, eso es para cobardes, y él no era cobarde, era un guerrero.
También se refirió a su mamá y a su familia.
A mi mamá, siempre vamos a estar con ella, la amamos, a la familia, más unidos que nunca, a la familia municipal, que era su otra familia, unidos también. Vaos a proteger su trabajo, vamos a honrar su legado, y vamos a custodiar su memoria".
"Continuarán su lucha"
Finalmente, Arzú Escobar hizo referencia a la "lucha" que su padre emprendió hace algunos meses "por la defensa de la soberanía del país".
Él comenzó una lucha en sus últimos meses de vida, una lucha por la defensa de la soberanía de Guatemala, por la independencia de Guatemala, pero sobre todo, por la dignidad de Guatemala.
Papi te prometo que la vamos a continuar y la vamos a ganar. Como él decía y repetía “Guatemala vale la pena”.
Nuevamente se dispararon 21 salvas de artillería en honor al alcalde capitalino.