“Otra acusación falsa”: así reaccionó el martes el presidente Donald Trump frente a los señalamientos (ya conocidos) de Rachel Crooks, una exrecepcionista de la Torre Trump que afirma haber sido acosada por el empresario.
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Crooks, que ha realizado esas acusaciones varias veces en los últimos dos años, incluso durante la campaña presidencial de 2016, aparece en la portada del diario The Washington Post con una foto y un largo artículo titulado “¿Alguien está escuchando?”.
La mujer afirma que en 2006, cuando tenía apenas 22 años, el magnate inmobiliario (de 59 años en aquel momento) le dio un largo beso en la boca, en contra de su voluntad, delante de un ascensor.
“Una mujer que no conozco y con la que, hasta donde sé, jamás estuve dice en la PORTADA del 'Washington Post Noticias Falsas' que la besé (durante dos minutos) en el vestíbulo de la Torre Trump hace 12 años”, escribió el mandatario en su cuenta oficial de Twitter (@realDonaldTrump).
“¡Nunca sucedió! ¿Quién haría eso en un lugar público con cámaras de seguridad funcionando? Otra acusación falsa”, agregó.
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“¿Por qué el Washington Post no escribe sobre mujeres que aceptan dinero para inventar historias sobre mí? A una de ellos le pagaron su préstamo hipotecario”, prosiguió Trump otro posteo.
A finales de 2017, Crooks había contado este episodio en detalle, en un set de televisión. “Me sorprendió, aniquiló”, había dicho entonces, añadiendo que se sentía “un poco amenazada”.