Tres diputados de diferentes bancadas se pronunciaron hoy con relación a lo que podría ocurrir en la sesión plenaria programada para el próximo sábado, donde el punto único es la elección de la junta directiva.
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Hasta ahora se conoce que son cuatro los legisladores que estarían buscando la Presidencia de ese Organismo, siendo ellos: Manuel Conde, del Partido de Avanzada Nacional (PAN); Julio Ixcamey, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE); Boris España, del Movimiento Reformador (MR); y Oscar Chinchilla, del partido Compromiso, Renovación y Orden (Creo), actual presidente.
Marvin Orellana, de Alianza Ciudadana, señaló que el Congreso debe mostrar que tiene esa madurez política para ponerse de acuerdo y elegir esa junta directiva con votos mayoritarios.
“Se luchará para que el sábado se tenga la nueva junta. Definitivamente no van a estar de acuerdo los 158 diputados, pero con 80 votos se elige”, señaló.
Indicó que no quisiera pensar que por primera vez no se alcancen los consensos necesarios. “Dios nos va a dar la sabiduría, inteligencia y conocimiento para que eso no sea un precedente nefasto” para este Organismo, indicó.
Y añadió que por el bien del Congreso y del país, cree que se va a llegar a consensos.
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En tanto, Carlos Fión, diputado de la bancada Compromiso, Renovación y Orden (CREO), consideró que el sábado sí habrá elección y de esa manera el Legislativo dará “un mensaje de transparencia al pueblo de Guatemala y va a elegir a los mejores”.
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Aseguró que quizá sea demasiado optimista, pero eso es lo que se necesita, una junta directiva que responda a las expectativas de la población y de la comunidad internacional, y que trabaje por una agenda en donde prevalezca la transparencia y la lucha contra la corrupción e impunidad y promueva una agenda donde se privilegien las reformas profundas que el Estado necesita.
Por su parte, el legislador Enrique Álvarez, de Convergencia, opinó lo contrario, pues a su criterio, no se designará la nueva junta en la referida sesión.
“Yo tengo expectativas no tan positivas sobre la reunión del pleno del sábado, no estoy seguro que se vaya a alcanzar un acuerdo. Veo complicada la conformación de una mayoría en los momentos actuales”, refirió.
A su criterio, es complicado el consenso y tal vez es necesario que otros actores o actrices participaran en el proceso “para limar asperezas”.
Acerca del mensaje de Estados Unidos
En otro tema, los parlamentarios comentaron acerca del mensaje expresado ayer por el embajador de Estados Unidos en Guatemala, Luis Arreaga.
“Estados Unidos confía en que el Congreso elegirá una Junta Directiva comprometida con la lucha contra la corrupción e impunidad. La falta de ese compromiso podría afectar la cooperación de Estados Unidos con Guatemala”, se lee en el pronunciamiento publicado en las redes sociales de la sede diplomática.
Los entrevistados coincidieron en que los 158 diputados y todos los guatemaltecos deberían estar comprometidos con la transparencia y el combate de la corrupción e impunidad; sin embargo, aclararon que aún hay algunos de los parlamentarios que se enfocan en los intereses personales y no en los de la población.
Orellana dijo que no solo Estados Unidos, sino toda la ayuda internacional tiene “puestos los ojos” en el Congreso, y que lo expresado por la nación norteamericana va enfocado en que exista una adecuada administración del apoyo que otorga a Guatemala.
“Cuando no hay compromisos del país cooperante, entonces empiezan las sanciones. Si no estamos luchando contra corrupción e impunidad, el país donante por supuesto se abstiene de seguir donando”, señaló.
Mientras que Fion aseguró que el mensaje de Arreaga no es nada nuevo. “Nosotros somos representantes del pueblo y debemos escuchar el clamor, están pidiendo que desde el Congreso se lidere la lucha contra corrupción”, manifestó.
A su criterio, las declaraciones del embajador fueron tajantes y contundentes y estrictamente dirigidas al Congreso, lo cual es una posición lógica porque EE. UU. no va a seguir apoyando a un país si se hace mal manejo de los recursos propios y de los donados.
Y Álvarez expuso: “la lucha contra corrupción debe ser una reivindicación fundamental de la población de Guatemala y es una responsabilidad nuestra como diputados encabezarla. “El Congreso ha dejado qué desear en términos de la lucha contra la corrupción”.
Añadió que el gobierno de Estados Unidos ha dado mensajes claros y este no es el único, pues luego del 13 de septiembre, cuando se dio el denominado “pacto de corruptos”, el gobierno norteamericano advirtió la posibilidad de cerrar los crédito de organismos multilaterales a Guatemala, “lo cual produciría una crisis terrible en un país con tantas debilidades financieras”.
Acerca de este tema también se consultó a los excancilleres Eduardo Stein y Gabriel Orellana, quienes aseguraron que de no atenderse lo mencionado por el gobierno estadounidense, podrían existir consecuencias.
Según Orellana, se percibe que el gobierno de EE. UU. está con la preocupación de que la junta directiva del Congreso pueda quedar integrada por diputados involucrados en el “pacto de corruptos”.
Añadió que el mensaje no deja de tener cierta lógica de que está referido al Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, financiado con dinero de estadounidense, por lo cual se reserva el derecho y condiciones para seguir dando ese apoyo.
Además, consideró que podrían darse nuevas sanciones de tipo económico, que a su criterio han demostrado ser muy efectivas, contra algunos otros diputados o funcionarios públicos.
Y no descartó la posibilidad real de que algunos programas de ayuda estadounidense fueran reducidos.
En tanto, Stein dijo que se trata de una expresión muy clara en cuanto a que ese gobierno condiciona la cooperación con Guatemala a que exista en el Organismo Legislativo una conducción que responda al compromiso de la lucha contra la impunidad y la corrupción y tenga un compromiso con la transparencia y probidad.
Asimismo, “subraya el deseo de la ciudadanía guatemalteca: no solo que funcionen las instituciones, sino que respondan a los intereses de la población”, aseguró.
“El mensaje de Estados Unidos fue expresado en términos respetuosos, pero firmes. No se trata de una amenaza directa a nadie en particular, sino de la expectativa de que los diputados estén a la altura”, añadió.