Slobodan Praljak, de 72 años, se suicidó el pasado 29 de noviembre durante la lectura de la sentencia en el juicio en apelación contra seis exdirigentes y exjefes militares bosnio-croatas, acusados de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad durante el conflicto croato-musulmán (1993-1994), enmarcado en la guerra de Bosnia (1992-1995).
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Ante los jueces del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), que quedaron estupefactos, Praljak, ingirió un pequeño frasco de cianuro y murió horas más tarde de un ataque al corazón.
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El militar fue incinerado el jueves pasado en Zagreb, en una ceremonia privada.
Desde su muerte, en Croacia le han rendido numerosos homenajes, depositando ramos de flores y velas encendidas en plazas de varias ciudades. Durante el acto fúnebre, antiguos colaboradores y amigos de Praljak tomaron la palabra para elogiarlo y calificaron el veredicto del TPIY de "degradación de la justicia internacional".
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