En medio de un acto en honor de indígenas navajo que participaron en la Segunda Guerra Mundial, el presidente Donald Trump se robó la atención por su discurso, pero no por los elogios que pronunció hacia los veteranos sino por un insulto racial que lanzó en contra de la senadora Elizabeth Warren.
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El mandatario estadounidense hizo alusión al apodo despectivo “Pocahontas”, que algunos utilizan para referirse a la representante del ala izquierda del Partido Demócrata.
Trump hizo el comentario mientras tres excombatientes navajo estaban parados debajo del retrato del controvertido presidente Andrew Jackson, quien ordenó la expulsión forzada de nativos americanos de sus tierras ancestrales, causando la muerte de miles de personas.
“Ustedes estaban aquí mucho antes de que ninguno de nosotros estuviera aquí (…) Aunque tenemos una representante en el Congreso que dicen que estaba aquí desde hace mucho tiempo. La llaman \'Pocahontas\'”.
Warren es una feroz opositora del presidente y quien ha hecho mención a sus raíces indígenas del lado materno. Y ella no tardó en replicar.
“Donald Trump continúa degradando la oficina de la Presidencia”, señaló en un comunicado, subrayando que los navajo merecen “los elogios y la gratitud” de la nación.
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“Lo que Trump mostró hoy fue una vergüenza para nuestros valores y un insulto vergonzoso para los héroes de nuestra historia”, concluyó.
La Casa Blanca negó más tarde cualquier connotación racial en las palabras del mandatario. Sarah Sanders, portavoz del presidente, defendió el uso del apodo y calificó de “ridículas” las acusaciones de racismo.
