A solas, en silencio y rodeado de oscuridad, el asteroide bautizado recientemente como “Oumuamua”, que en idioma hawaiano significa “mensajero que llega de lejos”, surcó la Vía Láctea durante cientos de miles de años hasta llegar a nuestro Sistema Solar.
PUBLICIDAD
Se trata de una observación sin precedentes, que abre una nueva ventana sobre la formación de otros mundos estelares en nuestra galaxia.
La roca tiene unos 400 metros de largo y su longitud es aproximadamente diez veces su ancho, pero lo verdaderamente fascinante sobre ella es que, según el análisis de los datos recopilados por los expertos, esta no tiene su origen dentro de nuestro sistema solar. Es decir, se trata de un asteroide interestelar.
El objeto, que ha sido descrito como “rocoso, rojizo e inusualmente alargado”, rozó una estrella en un momento dado y cambió drásticamente su rumbo, lo que permitió que millones de años después pudiera ser detectado por nuestros telescopios en la Tierra.
Los astrónomos creen que al menos un asteroide similar al “Oumuamua” pasa por el interior del Sistema Solar aproximadamente una vez al año, pero rastrearlos es una tarea complicada. De hecho, este es el primero detectado hasta ahora.
“Durante décadas pensamos que tales objetos de otro mundo podrían encontrarse cerca de nuestro sistema solar, y ahora, por primera vez, tenemos evidencia directa de que sí existen”, dijo Thomas Zurbuchen, responsable adjunto de las misiones científicas de la NASA, citado por AFP.
“Este descubrimiento abre una nueva ventana para estudiar la formación de sistemas solares más allá del nuestro”.
“Es un extraño visitante procedente de un sistema estelar muy distante que tiene una forma que nunca habíamos visto en nuestros alrededores cósmicos”, agregó Paul Chodas, director del Centro para el Estudio de Objetos Cercanos a la Tierra del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, en Pasadena, California.
PUBLICIDAD
El asteroide fue descubierto el pasado 19 de octubre por medio del telescopio Pan-STARRS1, ubicado en Hawái. Inmediatamente después, otros telescopios de todo el mundo, entre ellos el Very Large Telescope (VLT), del Observatorio Europeo Austral (ESO), situado en el norte de Chile, comenzaron a observarlo para determinar sus características.
“Cerca” de la Tierra
El lunes, el “Oumuamua” viajaba a una velocidad de 38.3 kilómetros por segundo y estaba a unos 200 millones de kilómetros de la Tierra.
El asteroide cruzó la órbita de Marte cerca del 1 de noviembre y pasará cerca de Júpiter hasta mayo de 2018. Casi un año más tarde, en enero de 2019, continuará su ruta más allá de Saturno y saldrá de nuestro Sistema Solar para dirigirse en dirección de la constelación de Pegaso.
Lee también: ¿Qué le pasaría a la Tierra tras el choque de un asteroide?