En el marco de un mitin del Partido Popular (PP), el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, pidió, además, "a todas la empresas que trabajan o han trabajado en Cataluña que no se vayan", como hicieron casi 2 mil 400 desde principios de octubre, cuando se agudizó la crisis en la región.
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"Hemos restablecido el orden legal y democrático, eso es lo que ocurrió y no otra cosa", sentenció Rajoy, rechazando implícitamente las acusaciones de autoritarismo que le prodiga el independentismo.
"Las medidas excepcionales solo deben adoptarse cuando no hay otra vía", dijo sobre la aplicación del Artículo 155, que le permitió destituir al gobierno regional, disolver el parlamento y convocar elecciones.
"Lo activamos después de agotar todas las invitaciones y requerimientos posibles para frenar la escalada de agresión a la convivencia (…) No puede un gobierno, ni aquí, ni en ningún país democrático del mundo, instalarse en la ilegalidad y presumir de ello".
"Tenemos que recuperar la Cataluña sensata, pactista, emprendedora y dinámica, acogedora y abierta, segura y fiable, respetuosa y respetada (…) que tanto ha contribuido al progreso de España y Europa", sentenció.
Fue una breve visita. Rajoy, acompañado por la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, clausuró el acto de presentación de las candidaturas del PP de Cataluña para las elecciones autonómicas del 21 de diciembre, en un hotel de la capital catalana, y luego iba a regresar a Madrid.
La visita se produce dos semanas después de la fallida proclamación de independencia, el 27 de octubre. Desde entonces, Rajoy cesó al gobierno catalán de Carles Puigdemont, disolvió el parlamento y convocó esas elecciones, amparándose en los poderes que le confiere el artículo 155 de la Constitución.