En una entrevista a la radio pública regional, Catalunya Radio, el destituido presidente Carles Puigdemont explicó su decisión de viajar a Bélgica junto a cinco miembros de su gobierno, para internacionalizar su causa.
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“Creo que no nos equivocamos. Estoy absolutamente convencido de que el Estado español había preparado una oleada de durísima represión; de violencia, de la que nos quería responsabilizar a todos nosotros”.
Puigdemont dijo que representa al “gobierno en el exilio”. En la entrevista, no obstante, no precisó cómo su marcha contribuyó a evitar la violencia preparada, según él, por el gobierno central de Mariano Rajoy.
Investigado junto a su depuesto gobierno por delitos como rebelión, sedición y malversación de fondos públicos (tras la declaración unilateral de independencia del parlamento catalán el 27 de octubre), Puigdemont y sus cuatro compañeros en Bruselas son reclamados por la justicia española.
El 17 de noviembre, un tribunal belga debe examinar la orden de arresto europea lanzada desde España.
Con el ejecutivo de Puigdemont destituido, es el gobierno español el que ahora controla la región ubicada al noreste del país, al menos hasta la celebración de elecciones regionales programadas para el próximo 21 de diciembre.
Los partidos independentistas se presentarán a estos comicios a pesar de considerarlos ilícitos al haber sido convocados por Rajoy y discuten todavía si hacerlo en coalición o por separado.
Puigdemont defendió en esta entrevista la configuración de una lista única para oponerse al “golpe de Estado” perpetrado, según él, por el gobierno español al destituir su ejecutivo y tomar el control de la región.
“No tenemos otra alternativa que ir todos juntos”, afirmó, abogando por “una lista amplísima en la que esté todo el gobierno (cesado)”.
