“Las elecciones para gobernadores celebradas el pasado 15 de octubre en Venezuela carecieron (es público y notorio) de numerosas garantías para que sus resultados puedan ser reconocidos como legítimos”, dijo la OEA en un informe especial publicado en su sitio web.
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El documento de once páginas señala entre los defectos el menoscabo de la competitividad de los partidos políticos y candidatos, la manipulación de la oferta electoral, la violación “sistemática” de preceptos constitucionales y la alteración de etapas y lapsos previstos en la Ley Orgánica de Procesos Electorales.
“El proceso electoral venezolano estuvo, a todas luces, plagado de irregularidades que restringieron los derechos políticos de los ciudadanos e impidieron que los resultados publicados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) reflejaran la voluntad del pueblo venezolano”.
“Estas irregularidades, que se hicieron visibles dentro y fuera del país, generaron un clima de desconfianza e incertidumbre respecto a la transparencia y validez de los comicios”, agregó.
Según el informe, toda esta situación pone de manifiesto “la importancia de la observación electoral internacional imparcial”.
El documento, titulado “Venezuela y el 15-0: La diferencia entre tener o no observación electoral independiente”, fue difundido primero el martes en Twitter por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, abierto crítico del gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
El oficialismo arrasó en los comicios del 15 de octubre, ganando 18 gobernaciones frente a 5 de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
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Analistas y expertos electorales aseguran que la abstención (reflejada en la pérdida de casi tres millones de votos opositores con respecto a las legislativas de 2015) fue una de las causas de la derrota de la MUD.
La oposición también ha denunciado irregularidades, como el cambio de puestos de votación a última hora y agresiones a sus militantes, lo que, asegura, la pusieron en desventaja.