“No hay mediación posible entre la ley democrática y la desobediencia”, dijo Mariano Rajoy, horas después de anunciar que había enviado un requerimiento al presidente catalán, Carles Puigdemont, para que aclare formalmente si declaró o no la independencia de la región ante el Parlament.
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Al mismo tiempo y ante los legisladores, el presidente del gobierno español ofreció a Puigdemont la posibilidad de “dialogar sobre servicios públicos, financiación, autogobierno, solidaridad y rendición de cuentas”, afirmando que “se puede mejorar la convivencia en el marco de los organismos existentes”.
Rajoy, sin embargo, recordó al presidente de la Generalitat que el futuro de su región depende de él.
“La respuesta que dé al requerimiento marcará el futuro de los acontecimientos en los próximos días. En su mano está volver a la legalidad y restablecer la normalidad institucional, como todo el mundo le está pidiendo, o prolongar el período de inestabilidad, tensiones y quiebra de la convivencia en Cataluña”.
Acerca del referéndum independentista realizado el pasado 1 de octubre, Rajoy afirmó que se trató de una votación “no democrática”. “Es una situación de quiebra de la ilegalidad (…) Antes y después del referendo, hemos asistido a la quiebra de convivencia. Hemos visto enfrentamientos de ciudadanos, acoso a alcaldes, intimidación a jueces y hostigamiento a fuerzas de seguridad”, aseguró el presidente español.
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En los últimos minutos de su extenso discurso, Rajoy resaltó, no obstante, el papel de Cataluña dentro de España e hizo eco de las palabras del rey Felipe VI después de los eventos del 1 de octubre.
“Nuestra diversidad es una fortaleza. Esta España que sufre quiere a Cataluña; la siente como parte fundamental de sí misma, con su propia lengua y su forma de ser. España es integradora, amable y serena”.
Previamente, el mandatario había urgido a Carles Puigdemont a “requerir formalmente al gobierno de la Generalitat para que confirme si ha declarado la independencia”, y explicó que ese requerimiento es “previo a cualquiera de las medidas que el gobierno puede adoptar al amparo del Artículo 155” de la Constitución, que le da potestad para suspender la autonomía de Cataluña.
Rajoy, sin embargo, no aclaró el plazo que otorgaba al presidente catalán para responder.