Como un discurso “fuera de tiempo y fuera de lugar” calificó el excanciller Edgar Gutiérrez las palabras del presidente Jimmy Morales brindadas ayer ante la asamblea general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York. Mientras que el también excanciller, Gabriel Orellana, resaltó que la oportunidad que escogió Morales para hablar de los “gazapos” que haya podido cometer la CICIG fue “pésima”.
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Morales aseguró el pasado martes en su discurso que someterá a revisión la labor de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
“Hemos iniciado el proceso de revisión de la interpretación y aplicación del acuerdo de la CICIG, esperamos que con objetividad y ecuanimidad podamos perfeccionar el cometido de la comisión, garantizando el debido proceso, la presunción de inocencia y evitar la persecución selectiva, la politización de la justicia y la judicialización de la política”, resaltó el mandatario.
A criterio de Gutiérrez, es fuera de tiempo porque hace más de un año que Morales firmó el acuerdo de renovación de la CICIG, y a su criterio, en ese período no se ha visto nada distinto de lo que CICIG hizo en 2015.
“Yo no entiendo todavía por qué quiere revisar la interpretación del acuerdo si es lo mismo que se ha venido haciendo”, indicó.
De igual forma, explicó que con ello, Morales ha violado en tres ocasiones el acuerdo que firmó el Gobierno guatemalteco con Naciones Unidas para el establecimiento de la Comisión:
- La primera habría sido cuando Morales intentó “unilateralmente” expulsar al jefe de la CICIG, Iván Velásquez, pese a que el propio acuerdo entre Guatemala y ONU establece los mecanismos para tratar las diferencias.
- La segunda, sería cuando retiró temporalmente la vigilancia y seguridad de parte de la Policía Nacional Civil de las instalaciones de la CICIG, resaltó.
- Y la tercera, sería la de ayer, pues este tipo de interpretaciones del trabajo de la CICIG no debieron hacerse en una asamblea, sino directamente con el directorio de la ONU, el secretario general António Gutérres o el Departamento de Asuntos Políticos.
El excanciller consideró que se observa cierto malestar en Morales con relación a la CICIG, pues “no le gusta que esté investigando, llevando a tribunales, denunciando estructuras de corrupción y lo manifestó de la manera más diplomática que pudo ayer en ONU, pero el hecho es que no está conforme”.
Jimmy Morales, “reprobado”
Mientras tanto, Orellana afirmó: “si fuera mi alumno lo reprobara, porque la Constitución no dice eso”, ello con relación a lo que dijo Morales acerca de que “el límite de CICIG es la Constitución Política de Guatemala y nuestras leyes”.
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“Es un hecho público y notorio que Guatemala es pasto de la corrupción, y en este momento su gobierno está sindicado de corrupción, y por lo tanto los actos del poder Ejecutivo, Legislativo y algunos del Judicial, están teñidos de corrupción”, señaló el exministro de Relaciones Exteriores.
La imagen que proyecta el presidente no alcanza para justificar de forma política, jurídica u otra, su intento de modificar el mandato de la comisión “que a ojos del mundo ha producido resultados positivos”, añadió el entrevistado.
Posibles soluciones
A opinión de Gutiérrez, este país está “urgido de la refundación del sistema de partidos políticos” para que no sean los “truhanes” con dinero, a veces ilegítimo, los que tengan oportunidad de ganar las elecciones. “Ese es el cáncer que nos está matando, ahora es la oportunidad de refundarlo”, detalló.
Además, aseguró que para atender esta crisis política se deben dar soluciones políticas y sugirió que una de ellas podría ser adelantar las elecciones en el país.
“La misma Constitución y el mismo sistema nos da la salida. Un adelantamiento de elecciones me parece una salida democrática y viable para refundar sistema de partidos políticos”, expresó.
Este proceso podría durar entre seis u ocho meses, plazo que serviría para reformar la clase política y recuperar capacidades ejecutivas del Gobierno central, explicó.
La consulta popular por el diferendo con Belice, que planifica el Tribunal Supremo Electoral (TSE), podría ser el momento para abordar el tema con la población.
Se le podría consultar a la ciudadanía si está de acuerdo en que se adelanten las elecciones para el Congreso y el Organismo Ejecutivo, si estaría de acuerdo con que se haga nueva rotulación de distritos para que sean más pequeños y haya mayor representación en los diputados.
De igual forma, añadir un tema transitorio, acerca de si apoyaría que por esta única vez pueden participar comités cívicos y que los requisitos de participación sean mínimos.
Reformar leyes
Por aparte, se le consultó al presidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), Antonio Malouf, acerca de la coyuntura actual.
El empresario aseguró que lo más importante que deben tener hoy los guatemaltecos es el diálogo y estar unidos en lucha contra la corrupción.
Asimismo, indicó que para no seguir manifestando cada dos años se debe hacer cambios en la legislación del país, y señaló cuatro temas en los cuales debería enfocarse ese esfuerzo.
“El Congreso debería ya empezar a trabajar una Ley Electoral de acuerdo a las necesidades del pueblo. Principalmente saber a quién elegimos como diputado”, indicó.
A ello le sumó las leyes de Compras y Contrataciones, de Servicio Civil y las reformas al sector justicia.
“Esas cuatro leyes podrían ser una luz al final del túnel para que dentro de dos años no estemos en estas manifestaciones”, finalizó.