El presidente Donald Trump anunció este miércoles que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos ya no aceptarán ni permitirán el servicio de personas transgénero.
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"Después de consultar con mis generales y expertos militares, por favor tengan en cuenta que el Gobierno de Estados Unidos no aceptará ni permitirá a las personas transgénero servir de ninguna forma en el Ejército. Nuestros soldados deben estar concentrados en una victoria decisiva y aplastante, y no pueden estar agobiados con los tremendos costos médicos y los trastornos que las personas transgénero representarían", justificó el presidente en varios mensajes publicados en su cuenta oficial de Twitter (@realDonaldTrump).
El mandatario norteamericano cerró su mensaje con un frío "Gracias".
En junio, el secretario de Defensa, Jim Mattis, había suspendido por seis meses un plan para aceptar reclutas transgénero, diseñado durante el gobierno de Barack Obama.
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Se estima que entre 2 mil 500 y 7 mil personas transgénero sirven actualmente en las diversas ramas de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
La cuestión de los derechos de personas transgénero se convirtió en el centro de una espectacular controversia en 2016, a raíz de la adopción de regulación en cada Estado sobre la utilización de baños públicos comunes.
Ya en febrero, el gobierno de Trump había enfrentado protestas por la decisión de suspender una normativa adoptada por la administración de Obama, que impulsaba a las escuelas públicas a permitir que estudiantes utilicen el baño correspondiente a su identidad de género.
Manning, el estandarte
La ex analista de inteligencia Chelsea Manning, quien pasó siete años en la cárcel por filtrar decenas de miles de documentos reservados de las Fuerzas Armadas al sitio WikiLeaks, es quizá la persona transgénero más conocida de Estados Unidos.
Manning ingresó a las Fuerzas Armadas y comenzó su carrera militar bajo el nombre de Bradley Manning. Durante su período en prisión, comenzó su tratamiento hormonal y el proceso de transición hasta adoptar su nuevo nombre.
Perdonado por Obama en los últimos suspiros de su gobierno, es aún empleada del Ejército estadounidense y mantiene los beneficios de dicha función. También se ha transformado en un ícono para los activistas por los derechos de las personas transgénero.