Luego de la reunión de Gabinete, el ministro de Gobernación, Francisco Rivas Lara, fue abordado sobre el tema de las cárceles en el país, especialmente sobre los comentario realizados por el titular de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), al decir que todos los centros en el interior de instalaciones militares, deben ser cerrados.
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Nosotros estamos de acuerdo con las observaciones que el comisionado Iván Velásquez realizara en torno a que una unidad penitenciaria no debe estar en el interior de una instalación militar. Los destacamentos y cuarteles no fueron diseñados para que sean cárceles", destacó el ministro.
Además, destacó que en tiempos del presidente Álvaro Colom se autorizaron esas cárceles, "seguramente pro la necesidad que se tenían en ese momento y que hasta hoy persisten", mencionó.
Rivas Lara comentó que el problema es dónde se puede recluir a este tipo de personas, ya que los otros centros no ofrecen, como mínimo, la garantía de su seguridad.
Las cárceles en instituciones militares fueron diseñadas para extraditables, personas relacionadas con el narcotráfico, personas de alto perfil criminal, pero en el transcurso de la historia esto se desvirtuó", dijo.
Por esto es que ahora están en esos sitio desde un expresidente de la República, hasta personas con perfiles criminales de menor gravedad, aseguró el ministro.
Desde hace 50 años, se abrieron las granjas penales que hasta la fecha persisten, el sistema penitenciario fue abandonado. Hemos tenido como consecuencia un colapso. Lejos de cumplir con esos procesos de adaptación, en lo que se han convertido esos centros son en antros de criminalidad", aseveró Rivas Lara.
Finalmente, el ministro indicó que se ha iniciado un nuevo modelo del sistema penitenciario, un ejemplo es el centro de Fraijanes, donde a las mujeres se les ha otorgado cursos de carácter técnico y académico. No son cárceles hacinadas.
El proceso va durar años y va a ser costoso, el siguiente gobierno le tendrá que dar continuidad. El proceso no se va a resolver en dos o tres años, finalizó.
