"La Cámara de Diputados recibió esta mañana la denuncia de corrupción pasiva contra el presidente de la República Michel Temer", indicó el cuerpo legislativo en un comunicado de prensa.
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El caso convirtió a Temer en el primer mandatario en funciones de la historia de Brasil en ser acusado por un delito común y volvió a sumergir a la mayor economía latinoamericana en una grave crisis política, poco más de un año después de la destitución de la izquierdista Dilma Rousseff por manipular las cuentas públicas.
La Cámara de Diputados, donde el oficialismo cuenta con una holgada mayoría, tiene la llave para autorizar al Supremo Tribunal Federal (STF) a analizar la denuncia presentada por el fiscal general Rodrigo Janot, lo que de hecho iniciaría el juicio.
Para que el caso llegue al STF, debe ser apoyado en el plenario por un mínimo de 342 votos (dos tercios de los 513 diputados).
Previamente, el proceso será analizado por una comisión, cuyo parecer no es vinculante.
Janot acusó a Temer de haber recibido un soborno de 500 mil reales (150 mil dólares) de la empresa JBS, la mayor procesadora de carne del mundo. La policía fotografió a Rodrigo Rocha Loures, exdiputado y estrecho asesor del presidente, recibiendo una maleta con el dinero y lo arrestó.
El fiscal afirma que ese dinero estaba destinado a Temer, pero el gobierno dice que la denuncia se basa en meros supuestos, para justificar un generoso acuerdo de colaboración que la corte suprema firmó con los dueños de JBS para suavizar sus condenas.