Angela Merkel criticó ciertas "ilusiones" al respecto en el Reino Unido.
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"Un país tercero no tendrá los mismos derechos, o derechos más ventajosos, que un país miembro" de la Unión europea (UE), dijo Merkel ante la cámara de diputados en Berlín, a dos días de la cumbre europea que debe fijar las líneas rojas de la UE en las negociaciones con Londres sobre el Brexit.
"Tal vez piensan que todo esto es evidente, pero desafortunadamente también debo decirlo claro porque tengo la sensación de que algunos en Reino Unido se hacen todavía ilusiones al respecto".
Creer que el Reino Unido, después de su salida de la UE, podría obtener ventajas más o menos equivalentes a las que tiene hoy es "tiempo perdido", insistió.
Merkel dijo que preveía negociaciones "difíciles" en los próximos meses. "De eso no hay duda", afirmó.
Alemania y el resto de países europeos no tienen intención de dar a Reino Unido un acceso pleno al mercado interior de la UE sin el mantenimiento de una libre circulación de los ciudadanos europeos en el Reino Unido, a lo que Londres se niega.
La cuestión del estatuto del sector financiero británico, con la poderosa City de Londres, también está en el corazón del debate.
Otro tema de discordia es la cantidad que el gobierno de Londres deberá pagar para abandonar la UE. Sobre este punto la canciller consideró que "las negociaciones deben incluir desde el principio la cuestión de las obligaciones financieras del Reino Unido, incluso después del Brexit".
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Los europeos evalúan la factura en unos 60 mil millones de euros, pero dirigentes británicos han dado a entender que no piensan pagar tanto dinero.
Merkel también reafirmó que las discusiones sobre las condiciones de la salida de la UE tenían que resolverse primero "de manera satisfactoria" antes de abordar el marco de las relaciones futuras entre Reino Unido y la UE, mientras que Londres preferiría avanzar en paralelo en los dos frentes.
Esta cronología es "irreversible", dijo la canciller alemana.
La UE espera iniciar las negociaciones sobre el artículo 50 después de las elecciones generales anticipadas en el Reino Unido del 8 de junio. Estos comicios fueron impulsados por Theresa May, que espera salir reforzada para negociar el Brexit.