Los dos candidatos en liza para el Elíseo, Marine Le Pen y Emmanuel Macron se enfrentarán en un debate televisivo el próximo 3 de mayo, una cita ineludible en Francia entre las dos vueltas.
La única excepción fue en 2002, cuando el expresidente de derecha Jacques Chirac se negó a debatir con el líder histórico del FN, Jean-Marie Le Pen, el padre de Marine, quien provocó un terremoto político al calificarse por primera vez a la segunda vuelta de las presidenciales desde la creación de su partido en 1972.
Las plazas europeas cerraron este lunes con ganancias para saludar la posición de favorito del ferviente europeísta, una euforia compartida por las plazas asiáticas y el euro.
"Es el escenario perfecto que soñaban los mercados" después del Brexit y el triunfo del proteccionista Donald Trump en Estados Unidos en 2016, apuntó Sebastien Galy, analista de Deutsche Bank AG en Nueva York.
Las portadas de los diarios resumían el lunes el terremoto político vivido la víspera: "La derecha nocaut", tituló el conservador Le Figaro. El izquierdista Libération muestra una foto de Macron bajo el título: "A un peldaño". "¡Jamás!", se exclama por su parte el comunista L'Humanité exhibiendo una imagen de Marine Le Pen.
El conservador François Fillon, eliminado de la carrera con 20,01 % de los sufragios, afectado por un escándalo de empleos presuntamente ficticios por el que fue imputado en marzo, anunció este lunes que volverá a ser un "simple militante".
El candidato del gobernante partido socialista Benoît Hamon sufrió por su parte una humillante derrota, con apenas 6,36 % de los votos.
Lo que está en juego en la segunda vuelta quedó planteado de entrada por los dos candidatos: Europa y la globalización.
Ante sus simpatizantes reunidos en el sur de París, Macron aseguró que llevaría "la voz de la esperanza" para Francia y Europa, mientras que Le Pen llamó a votar contra la "globalización salvaje que pone en peligro a nuestra civilización".
Le Pen preconiza abandonar el euro y someter a referéndum la pertenencia de Francia a la Unión Europea, lo que supondría un golpe fatal a un bloque ya debilitado por el Brexit.
Macron y Le Pen disponen de dos semanas para convencer a los 47 millones de electores.