Los ministros de Exteriores del G7 se reúnen este lunes y el martes en Lucca (Italia) para intentar reactivar las negociaciones sobre el futuro de Siria y mandar un mensaje "claro y coordinado" a Rusia, el principal apoyo del régimen de Damasco.
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Antes de la reunión, el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, afirmó este lunes que el presidente ruso, Vladimir Putin, debería dejar de apoyar al "venenoso" presidente sirio, Bashar al Asad.
"Es momento de que Vladimir Putin haga frente a la verdad sobre el tirano que está apoyando", dijo Johnson, según un portavoz del Ministerio de Exteriores. "Tiene que entender que Asad es ahora venenoso en todos los sentidos. Está envenenando a gente inocente en Siria con armas que fueron prohibidas hace 100 años, y está envenenando la reputación de Rusia", añadió.
La reunión anual también permitirá a los ministros de varios países entrevistarse por primera vez con el nuevo secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson.
Los ministros del G7 (EEUU, Japón, Canadá, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia) tenían previsto abordar cuestiones como la lucha contra el terrorismo, la situación en Libia y en Ucrania, las provocaciones norcoreanas o el acuerdo sobre el programa nuclear iraní.
Pero el presunto ataque químico que causó 87 muertos en la localidad rebelde de Jan Sheikun, en el noroeste de Siria, y las represalias estadounidenses contra una base aérea del Ejército sirio, han cambiado mucho la agenda del encuentro.
Además de las mesas redondas que comenzarán este lunes por la tarde, el ministro de Exteriores italiano, Angelino Alfano, convocó para el martes por la mañana una reunión especial en la que también participarán Turquía, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Jordania y Catar, confirmó este lunes a la AFP la cancillería italiana.
Las relaciones entre EEUU y los principales aliados de Damasco, Rusia e Irán, volvieron a tensarse este domingo, cuando Washington pidió la salida del presidente Bashar al Asad, y Moscú e Irán amenazaron con llevar a cabo represalias contra quienes ataquen al ejército sirio.
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El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, anuló una visita prevista este lunes en Rusia para "continuar los contactos con Estados Unidos y otros países" antes del G7, donde intentará articular "un apoyo internacional coordinado para lograr un alto el fuego e intensificar" la búsqueda de una solución política en Siria.
Según él, el objetivo es que Tillerson, que viajará a Moscú tras su paso por Lucca, "mande ese mensaje claro y coordinado a los rusos", añadió Johnson.
El jefe de la diplomacia estadounidense llegó el domingo a Italia, donde mantuvo varios encuentros bilaterales, empezando por una reunión con su homólogo japonés, Fiumio Kishida.
Mesa de ministros
Se espera que también asista a una ceremonia en recuerdo de Sant'Anna di Stazzema, un pueblo cerca de Lucca en el que 560 civiles murieron asesinados por los nazis en 1944.
La primera mesa redonda de los siete ministros se celebrará sobre las 16h30 locales (14H30 GMT) en el palacio ducal de Lucca.
Los cancilleres suelen aprovechar las reuniones del G7 para tomar el tiempo de abordar determinados temas, apartados de la prensa, con delegaciones reducidas.
Para el ministro francés Jean-Marc Ayrault, ésta podría ser la oportunidad para pedirle a la administración estadounidense que aclare su postura sobre cuestiones como las migraciones, el clima, el conflicto entre Israel y los palestinos, según una fuente diplomática francesa.