"El ejército entró en un barrio del oeste de Palmira y ganó el control de una parte de ese sector" afirmó a la AFP el director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.
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"Hay enfrentamientos e importantes bombardeos en la ciudad".
Apoyados por bombardeos aéreos y tropas rusas, las fuerzas gubernamentales de Siria intentan desde hace semanas alcanzar Palmira, situada en el desierto de la provincia de Homs.
Los yihadistas se apoderaron de Palmira (inscrita por la Unesco en el Patrimonio mundial de la Humanidad) en mayo de 2015 y destruyeron los templos más significativos, además de escenificar ejecuciones masivas en el antiguo anfiteatro.
Fueron expulsados de la ciudad en marzo de 2016 pero la reconquistaron en diciembre.
La agencia de prensa oficial siria SANA había indicado poco antes que las fuerzas gubernamentales habían controlado el Monte Hilal y otros colinas que rodean Palmira, felicitándose por este "paso importante hacia la caída de grupos terroristas en la ciudad".
El OSDH había afirmado por su parte que las tropas tenían a alcance de tiro "la mitad oeste de la ciudad".
El control de la ciudad está cerca, los yihadistas se retiraron, aseguró Abdel Rahman, advirtiendo sin embargo sobre los posibles kamikazes que podían permanecer en el interior.
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El Estado Islámico saqueó y destruyó importantes edificios de la ciudad antigua. La Unesco denunció como "crimen de guerra" las destrucciones del Tetrápilo, un monumento de 16 columnas construido a finales del siglo III, así como en el interior del teatro romano, edificado en el siglo II.
Saqueados por los yihadistas en la ciudadela, dos bustos antiguos restaurados en Italia fueron recuperados por Damasco.
"Los dos bustos fueron reunidos el martes con las otras 400 piezas arqueológicas que pudieron ser salvadas de Palmira", indicó el miércoles a la AFP el director general de Antigüedades y de Museos, Maamun Abdelkarim.