Registros del Inacif indican que la pistola le fue decomisada a un sicario de 15 años en 2014. Un triste récord.
PUBLICIDAD
Los avances de la criminología confirman que no hay delito perfecto, un sistema del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) permite rastrear “las huellas” de las armas y aportar a la solución de casos judiciales.
Cada bala disparada deja rastros balísticos en el proyectil y en el casquillo, lo que ha permitido dar seguimiento al historial delictivo.
El 23 de febrero de 2014 se incautó una pistola Smith & Wesson de 9 milímetros que había sido utilizada en 32 crímenes. Esta fue decomisada a un sicario adolescente de 15 años, quien había asesinado a una persona en la capital, aunque el primer registro fue a finales de 2011, comenta Roberto Garza, vocero del Inacif, quien asegura que es el caso donde más se ha utilizado un arma para múltiples crímenes en el país.
Ruth García, jefe de Laboratorios de Criminalística, indica que en 2016 ingresaron 22 mil 376 solicitudes de pruebas balísticas, que incluyen armas, proyectiles y casquillos.
Análisis
Mal control de armas
“La reincidencia de los instrumentos para cometer asesinatos evidencia que el sistema de justicia no está haciendo un trabajo adecuado sobre el control de armas”, Juan Francisco Morales, analista independiente.
Opinión
“Los sicarios se roban las armas para cometer asesinatos”, Mario Cortés, taxista.
“Todos esos ladrones tienen contactos para conseguir armas”, Henry Márquez, piloto repartidor.
