En una apretada votación por 19 votos a favor y 16 en contra, los miembros del Senado respaldaron esta madrugada la medida, que ya había sido aprobada la pasada semana por la Asamblea estatal (74 votos contra 55) y tiene el apoyo del gobernador, Dannel Malloy.
La medida, que entrará en vigor en enero de 2015, exige que los solicitantes demuestren su identidad con dos documentos y que han residido en este estado durante al menos noventa días.
Además, del Departamento de Vehículos de Motor de Connecticut (DMV) exigirá que los solicitantes superen pruebas de conducción y que no tengan antecedentes criminales en el estado, para los que comprobará si tienen historial policial.
Finalmente, el documento indicará que es válido únicamente para conducción y tendrá que ser renovado cada tres años, en lugar de los seis años de las licencias habituales.
Malloy subrayó que “hay una razón” por la que esta medida ha recibido el apoyo de los departamentos de policía y las autoridades locales de Connecticut, y por la que otros estados del país “están dando pasos similares”, y es que beneficia a todos los que conducen por las carreteras estatales.
Un portavoz de Mallon indicó que todavía no se ha decidido cuándo el gobernador firmará la medida.
Y es que con esta medida, Connecticut se inscribe en la tendencia de otros estados del país en los que se también se están discutiendo o se han aprobado propuestas legislativas similares: se han aprobado en Illinois y Oregón, mientras que se estudian en otra docena de estados, como Carolina del Norte o Colorado.
Los estados de Nuevo México y Washington fueron los primeros en otorgar licencias de conducir a los inmigrantes indocumentados.
La aprobación de esta madrugada llega tras un largo debate en el Senado, durante el que la mayoría demócrata insistió en que se busca aumentar la seguridad en las carreteras y que todos los conductores tengan licencia y seguro.
En cambio, la minoría republicana objetó esos argumentos al considerar que el estado está entrando en cuestiones relativas a la reforma migratoria, que competen al Gobierno federal.
Según el Centro Hispano Pew, en Connecticut hay unos 120,000 inmigrantes indocumentados, de los que se calcula que unos 54,000 podrían calificar para obtener esta licencia.
EFE