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En la actualidad son cada vez más los casos que se conocen de violencia escolar. Los protagonistas son niños y niñas quienes sufren de acoso psicológico, físico, social, o virtual, por parte de compañeros de su salón de clase. Esto sucede dentro y fuera de las instalaciones de los centros educativos.
Publinews conversó con el Dr. Juan Luis Martin, director del grado de psicología de la Universidad Europea, quien explicó cuáles son las señales para reconocer si los niños son agresores o víctimas. ¡No te pierdas la entrevista!
Martin dará una conferencia sobre: “Prevención y resolución de conflictos: el acoso escolar”, este 30 de agosto en el Hotel Hilton Garden, a partir de las 18 horas. Para más información comunícate al teléfono 2204-3222.
Wendy Morataya Foto:
¿Qué papel cumplen los padres en potenciar la responsabilidad en sus hijos?
Mi ámbito de trabajo tiene que ver con la psicología infantil y adolescente. Se le conoce como psicología del desarrollo y se estudian las relaciones que se establecen con la familia y cómo influyen en el desarrollo.
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La llamamos psicología positivista. Como psicólogos, queremos adelantarnos a los problemas dotando a las familias con asesorías para que los niños y niñas puedan desarrollar todas sus potencialidades y que más adelante no sea necesaria una intervención psicológica. Esto se logra mediante un modelo llamado parentalidad positiva. Son todas las acciones que lleva a cabo una familia para que los hijos se desarrollen de forma saludable y sana.
Las familias tienen en sus manos muchas opciones y poder al momento de formar a sus hijos e hijas. En primer lugar lo mas importante, y difícil a la vez, es la comunicación. Se debe potenciar el autoestima. Personas con autoestimas adecuadas son más felices y funcionan mejor en todos los ámbitos. También es vital poner normas, límites y pequeños desafíos para que los niños se desarrollen y sean responsables.
¿Qué estrategias recomienda para que los hijos sean aprendan a ser responsables?
Se debe actuar desde el primer momento. Se tiende a pensar que los niños no pueden ser responsables hasta que aprendan a caminar y hablar. Sin embargo, los límites, normas y responsabilidades deben existir desde el nacimiento.
Con nuestro comportamiento como padres podemos llevar a cabo muchas acciones para poner limites y prevenciones desde que nacen.
El buen uso de la tecnología también es importante, ya que esta puede ser una práctica con ciertos peligros. Existe un estilo educativo sobreprotector con lo cual estamos quitándole a los niños muchas oportunidades para que se desarrollen, que tengan criterio y sean capaces de pensar por ellos mismos.
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¿Cuáles son los conflictos más comunes a nivel escolar?
Fundamentalmente hablamos de conflictos que tienen que ver con el acoso que incide en las áreas psicológica, física y social. La agresión física se muestra por medio de golpes, moretes y marcas que deja un agresor. El acoso psicológico es una agresión con incidencia en la personalidad y el desarrollo. La agresión social impide o malinterpreta las acciones que una persona tiene con sus iguales.
En la actualidad están apareciendo diferentes tipos de acoso. Las investigaciones demuestran que no hay más acoso ahora que antes, siempre ha existido. Sin mebargo, con la tecnología ahora se conocen más los casos. Lo que ha cambiado es la forma de acoso y ha aumentado la agresión en las plataformas virtuales.
SEÑALES PARA IDENTIFICAR SI MI HIJO ES: VÍCTIMA “Depende del tipo de acoso. Los más notorios son los síntomas de ansiedad, depresión y dificultades para dormir. Cambios en la alimentación, en los estados de animo, que está muy contento o muy triste (oscilaciones en el temperamento que antes no tenía). Si es acoso físico se puede notar por moretones, golpes o que sus pertenencias regresen a casa en mal estado. Todo esto nos da pistas de que algo puede estar sucediendo. Es por eso que insistimos en que los padres se formen en temas de crianza y comunicación. Los hijos no vienen con un manual de instrucciones. Nos hemos percatado que las familias que asisten a charlas educativas y escuelas para padres son quienes menos necesitan estas asesorías. Es importante poner en marcha iniciativas para rescatar a aquellos padres que necesitan esta formación y que por alguna razón no la reciben”. AGRESOR Tendemos a enfocarnos en los niños que son agredidos y no en el agresor, quienes son más difíciles de identificar. En general, el perfil de un agresor se detecta por un trastorno de la personalidad. Tienden a ser fríos, ansiosos, impulsivos y tienen problemas para comunicarse y ponerse en los zapatos de los demás. Existen protocolos para trabajar con las familias este tipo de situaciones. Una de ellas es lograr empatía en los niños y que puedan ponerse en los zapatos de otros por medio de una frase muy sencilla: “¿Cómo te sentirías si te hicieran lo mismo?”. Algunos padres tienden a seguir prácticas no adecuadas y por eso es importante recibir asesorías”.
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¿Cuál es la mejor manera de corregir el comportamiento de los hijos?
No hay recetas mágicas. Se debe adaptar a cada niño o niña. Lo importante que es se les incentive a no repetir esas conductas. Si el castigo le da igual, no es el adecuado. Es por ello que se debe encontrar un castigo en el tiempo y la forma adecuada según cada niño. Ciertos castigos funcionan con el hermano mayor, pero no para el menor. Se debe identificar los adecuados, pero eso si, deben ser inmediatos a la acción sin esperar que pase el tiempo.
Sin embargo, la recompensa es más importante que el castigo. Para modificar la conducta vale más la recompensa. No quiere decir que no haya que castigar, pero la recompensa es más efectiva. La psicología positivista demuestra que tiene más poder.
¿Cómo pueden evaluar los padres si la comunicación que tienen con sus hijos es adecuada y efectiva?
Existen técnicas, pero lo importante es adaptar la comunicación para la edad del niño o niña. Siempre hay una serie de cuestiones importantes al momento de comunicarse con los hijos. Una de ellas es el contacto visual.
Se debe encontrar el momento adecuado para conversar, no solo cuando el adulto quiere. Se debe situar a una distancia adecuada el uno del otro, sin ruidos de fondo o interrupciones.
La comunicación es vital para prevenir el acoso escolar. Muchos niños agreden por no tener la capacidad de comunicarse y la agresión es su única forma de expresión. Al ser inmaduros emocionalmente no saben cómo sacar sus emociones. Esto puede llegar a afectarles en la vida adulta, ya que nunca aprendieron otra forma de comunicarse además del abuso.