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Al bajar del autobús escucho el cantar de los pájaros, el reclamo de los chompipes (pavos) porque piso su territorio, y las sonrisas de los niños que juegan sobre el pasto del antiguo aeródromo, lugar donde también pastan caballos y caminan los cerdos y las aves de corral.
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Empiezo a respirar el aire cálido y a observar el cielo azul, cuando de pronto todo queda en total silencio, el balón deja de rodar sobre la que antes fue la pista de aterrizaje donde llegaron los primeros visitantes hace más de cien años, y por varios minutos las cámaras son el centro de atención de los tímidos pero curiosos habitantes.
Así empieza mi recorrido por esta hermosa tierra, Uaxactún, una comunidad petenera y un sitio arqueológico maya, un lugar lleno de misticismo que no solo cobija a gente hospitalaria, humilde y trabajadora, sino que encierra una bella historia.
Viaje a la historia
Se ubica dentro de la Reserva de la Biósfera Maya, 25 kilómetros al norte de Tikal, en el municipio de Flores y sus sitios arqueológicos están divididos en varios grupos, entre sus estructuras principales se encuentra el Complejo de Conmemoración Astronómica, un lugar desde donde podían apreciarse los días de solsticios y equinoccios, así como plazas que sirvieron para entierros y colocación de estelas.
Los complejos son embellecidos por verdes senderos, árboles que parecen no tener fin, y el sonido de los monos aulladores, que se asemeja a los rugidos de un jaguar, el habitante más temido. También viven en Uaxactún otros animales silvestres como el mico león, los monos araña, faisanes, y serpientes.
Su población
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Uaxactún se estableció hace más de cien años como un campamento chiclero, sus primeros habitantes se dedicaban a la extracción de savia de chicozapote para hacer chicle natural. Además de la elaboración de chicle, sus pobladores exportan el xate (planta ornamental), procesan la pimienta gorda y las materias primas para la elaboración de artesanías.
Las mujeres de la Comunidad de Uaxactún juegan un papel importante y colaboran con el sostenimiento de sus familias. Entre las artesanías que elaboran están las famosas muñecas de tuza, que son la favoritas de los visitantes.